Las hemerotecas están llenas de noticias y fotografías ilustrativas de que el ejército israelí tiene muy difícil promover con éxito campañas publicitarias que sirvan para mejorar su imagen. Cualquier ejército de ocupación ha de ser consciente de esto. Sobre todo cuando en su haber se cuentan muertes de menores por miles, como es el caso de los niños palestinos a lo largo de las últimas décadas. Con todo y con eso, el gobierno de Israel, sobredimensionando quizá los efectos que puede tener una buena campaña de propaganda con los precedentes que adornan a sus tropas, ha pretendido lucir a una de sus ciudadanas más bellas y atractivas para ensalzar las virtudes de la milicia. Bar Rafaeli, exnovia del actor Leonardo di Caprio, fue la elegida, pero una vez se verificaron las primeras pruebas, el generalato desistió de ofrecer los encantos de la hermosa modelo como imagen encantada y encantadora de su ejército. Bar Rafaeli no había realizado el servicio militar, obligatorio en Israel también para las mujeres, y eso no les pareció a los promotores coherente con el mensaje que se pretendía difundir. Desconozco por qué Bar Rafaeli se evadió de esa práctica, que casi parece deserción, pero prefiero que con sus facultades utilice su cuerpo en el ejercicio del amor antes que en la de la guerra, sobre todo si en esa guerra hay que seguir entre otras prácticas la que la tradición cristiana atribuye al rey Herodes I el Grande.
PS.- Aprovecho la ocasión de la imagen y el comentario para recordar aquellos versos del admirado escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti, a quien seguimos leyendo y añorando:
PS.- Aprovecho la ocasión de la imagen y el comentario para recordar aquellos versos del admirado escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti, a quien seguimos leyendo y añorando:
Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.
DdA, IX/2337
2 comentarios:
La belleza de un ser humano no debería ejercitarse nunca en la barbarie, pero así es desde el principio de los tiempos. Hacemos el amor y la guerra, creamos, criamos, herimos y matamos. No deberíamos desaprovechar nuestras facultades para la crecaión, pero no dejamos de crear máquinas para la muerte y destrucción de nuestro prójimo y del planeta.
Un hombre desnudo y en lo oscuro
es una vocación para las manos (...)
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