Félix Población
El nombre de Mariano Rajoy aparece como beneficiario de un
total de 322.231 euros en las 14 hojas manuscritas de supuesta
contabilidad B del Partido Popular que publicó ayer íntegramente en su
edición de papel el diario ‘El País’ y que se refieren al periodo
1990-2008, si bien algunos años no aparecen. El jefe del Ejecutivo
desmintió el sábado rotundamente haber recibido o entregado dinero
negro en ningún momento de su vida. Estos papeles, que el periódico atribuye al extesorero del
PP Luis Bárcenas, reflejan que el nombre del actual presidente del
Gobierno aparece en diferentes apuntes a lo largo de doce años, desde
1997 a 2008, y siempre con supuestas entregas trimestrales o semestrales
periódicas.
En esos documentos manuscritos, que varios peritos
caligráficos, entre ellos un estudio encargado por citado periódico, han
certificado que salieron del puño y letra de Bárcenas, se indica también
que Rajoy fue beneficiario de otras cantidades menores por valor de
33.207 euros en conceptos como "Trajes Mariano", "Corbatas presidente" o
"Trajes M. R.". Siempre según esos documentos hechos públicos por 'El
País', el primer asiento contable en el que figura el nombre de Rajoy
(M. R.) tiene lugar el 24 de febrero de 1997. Se trata de 2.800.000
pesetas (16.828 euros). Ese primer apunte coincide con el inicio de
otras anotaciones a Javier Arenas, Rodrigo Rato, Francisco Álvarez
Cascos o Jaime Mayor Oreja.
El señor Rajoy, a pesar de afirmar rotundamente que estos datos son falsos, no ha demandado ni a su extesorero Bárcenas ni al diario El País, algo que en este último caso sí ha hecho el expresidente del Gobierno y predecesor de don Mariano como presidente Partido Popular, José María Aznar. Éste, sin embargo, no figura como tal en las cuentas de Bárcenas, sino como J. M. Esas iniciales aparecen en la contabilidad del entonces gestor del PP, fechadas en 1990, y corresponden a 6 entregas de 255.000 pesestas cada una, entregas que se repeten nuevamente en 1997. De todos los miembros PP que recibieron esos pagos, J. M. y M. R., éste solo en algún caso, son los únicos que figuran por sus iniciales, qué causalidad.
Es de significar que Aznar ha demandado al mensajero (diario El País), sin que su nombre figure en las cuentas de Bárcenas publicadas por este periódico, y que Mariano Rajoy no lo ha hecho -ni contra el rotativo ni contra su extesorero- a pesar de afirmar públicamente que tales cuentas son falsas. El primero debió basarse para su querella en la información complementaria a la listas, donde se le cita no solo como beneficiario de esos cobros según fuentes del entorno de Bárcenas y extesoreros del P, sino como ideador de los mismos por no querer cobrar un sueldo tan abultado como presidente del partido.
Es también llamativo que durante los últimos años de la gobernación de Aznar, y a la espera de lograr nuevamente una previsible mayoría en 2004 que luego se frustró con el 11-M, las donaciones procedentes del sector del ladrillo se incrementaron hasta el punto de alcanzar en la contabilidad de Bárcenas los 100.000 euros, por encima de los 60.000 permitidos por la Ley de Financiación de Partidos Políticos y en contra de los establecido por dicha ley en relación con los empresarios de la construcción, cuyas relaciones con las administraciones públicas impiden la donación de un solo euro a cualquier partido político.
Andrés Kaduchi, fotógrafo de Associated Press, reflejó ayer domingo en la portada de El País, con la imagen que ilustra este artículo, la actitud de Mariano Rajoy a través de un primer plano magnífico de su rostro. Es, a mi juicio, la de un político amedrentado incapaz de tomar una decisión que lo redima de los datos que lo culpan. Esa decisión tendría el nombre de querella. De no tomarla, Kaduchi habrá acertado al reflejar a un político sin pulso ni vergüenza, incapaz de enfrentarse a la falsedad que ha denunciado.
+@Renuncia del concejal del Partido Popular de Gijón que iba a sustituir al concejal que dimitió
DdA, IX/2.295
El señor Rajoy, a pesar de afirmar rotundamente que estos datos son falsos, no ha demandado ni a su extesorero Bárcenas ni al diario El País, algo que en este último caso sí ha hecho el expresidente del Gobierno y predecesor de don Mariano como presidente Partido Popular, José María Aznar. Éste, sin embargo, no figura como tal en las cuentas de Bárcenas, sino como J. M. Esas iniciales aparecen en la contabilidad del entonces gestor del PP, fechadas en 1990, y corresponden a 6 entregas de 255.000 pesestas cada una, entregas que se repeten nuevamente en 1997. De todos los miembros PP que recibieron esos pagos, J. M. y M. R., éste solo en algún caso, son los únicos que figuran por sus iniciales, qué causalidad.
Es de significar que Aznar ha demandado al mensajero (diario El País), sin que su nombre figure en las cuentas de Bárcenas publicadas por este periódico, y que Mariano Rajoy no lo ha hecho -ni contra el rotativo ni contra su extesorero- a pesar de afirmar públicamente que tales cuentas son falsas. El primero debió basarse para su querella en la información complementaria a la listas, donde se le cita no solo como beneficiario de esos cobros según fuentes del entorno de Bárcenas y extesoreros del P, sino como ideador de los mismos por no querer cobrar un sueldo tan abultado como presidente del partido.
Es también llamativo que durante los últimos años de la gobernación de Aznar, y a la espera de lograr nuevamente una previsible mayoría en 2004 que luego se frustró con el 11-M, las donaciones procedentes del sector del ladrillo se incrementaron hasta el punto de alcanzar en la contabilidad de Bárcenas los 100.000 euros, por encima de los 60.000 permitidos por la Ley de Financiación de Partidos Políticos y en contra de los establecido por dicha ley en relación con los empresarios de la construcción, cuyas relaciones con las administraciones públicas impiden la donación de un solo euro a cualquier partido político.
Andrés Kaduchi, fotógrafo de Associated Press, reflejó ayer domingo en la portada de El País, con la imagen que ilustra este artículo, la actitud de Mariano Rajoy a través de un primer plano magnífico de su rostro. Es, a mi juicio, la de un político amedrentado incapaz de tomar una decisión que lo redima de los datos que lo culpan. Esa decisión tendría el nombre de querella. De no tomarla, Kaduchi habrá acertado al reflejar a un político sin pulso ni vergüenza, incapaz de enfrentarse a la falsedad que ha denunciado.
+@Renuncia del concejal del Partido Popular de Gijón que iba a sustituir al concejal que dimitió
PUNTOS DE PÁGINA
Los papeles de Bárcenas nos han deparado muchas sorpresas. Como
sorprende siempre que a quienes votamos, para ejercer el poder noble que
emana de las urnas, usen la legitimidad democrática para instaurar una
red clientelar donde unos empresarios se dejan comprar y un partido
político se deja vender, a cambio de unos cuantiosos sobres con dinero
sucio. Que el PP es un avispero de corrupción, no es nada nuevo; pero
que UPyD, con solamente cinco años de vida, naciera de la corrupción
supondría un fraude electoral y político sin parangón.-P/36ANDALUCÍA
DIE SPANIEN RETTUNG/ EL RESCATE DE ESPAÑA
DIE SPANIEN RETTUNG/ EL RESCATE DE ESPAÑA
DdA, IX/2.295
3 comentarios:
Excelente. Queda claro QUE Rayoy no se ha querellado hasta la fecha. No queda tan explícitamente claro POR QUÉ no se querella. Seguramente, el planteamiento responde a que el autor supone lo suficientente listos a los lctores como para no tener que explicar lo evidente y poner de manifiesto lo obvio.
NO SE QUERELLA PORQUE TEME LA VERDAD ESCRITA.
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