lunes, 18 de febrero de 2013

ECUADOR RESPONDE A VARGAS LLOSA EN LAS URNAS


 Félix Población

Hace apenas tres meses, alguien dijo a los ecuatorianos que usasen todas las armas de la democracia para defender pacíficamente la libertad de empresa, exhortándoles a rechazar la reforma tributaria que el presidente Correa intentaba aplicar sobre la banca privada de su país y que reportaría a Ecuador 164 millones de dólares al año. Ese alguien calificaba al primer mandatario ecuatoriano de cangrejo, por su empeño en hacer retroceder a su país y poner al sistema bancario de rodillas y a merced de los caprichos gubernamentales. “Queridos amigos ecuatorianos -dijo quien así hablaba- no lo permitan, hagan lo que hicimos los peruanos hace 25 años, utilicen todas las armas de la democracia para defender pacíficamente la libertad de empresa, que la libertad es la única garantía real de desarrollo y la justicia”.

Se trataba, en efecto, de Vargas Llosa, el excelente escritor y declarado enemigo de los regímenes socialistas de América Latina, que abría con este discurso la XLVI Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos, celebrada en Lima el pasado mes de noviembre, y adonde no creo haya ido a dar testimonio de sus incuestionables méritos literarios. Por esas fechas se encontraba en España Rafael Correa, que se refirió a don Mario como un renegado que defiende el capital privado por encima de las personas, después de haber sido una figura representativa de la izquierda latinoamericana.

Ayer fue el pueblo ecuatoriano el encargado de contestar a Vargas en las urnas de manera más que contundente: A mitad de escrutinio, el presidente del país obtiene el 57% de los votos frente al 24% que lograría su principal oponente, Guillermo Lasso. Hasta el diario El País, donde colabora regularmente Vargas, titula: Correa arrasa en las elecciones ecuatorianas. El triunfo de Correa implica un triunfo de la estabilidad en Ecuador, donde han sido frecuentes las profundas crisis políticas, en las que varios gobiernos corruptos y entreguistas han sido derrocados por la movilización social. Es la primera vez, en más de treinta años, que un presidente conserva tan altos niveles de popularidad al final de su mandato y es reelegido con un amplio margen.

En este sentido, la votación por Correa expresa un espaldarazo a la continuidad de sus políticas y una oportunidad para que concluya las obras que ha emprendido en materia de carreteras, hospitales, planteles escolares, centrales hidroeléctricas, etc. En cuanto a las razones por las cuales Rafael Correa ha vencido de modo tan rotundo, se basan sobre todo en el crecimiento económico, las bajas tasas de inflación y desempleo, y las  políticas de redistribución de ingresos que se han traducido en una masiva inversión social en educación, salud, vivienda, atención a los discapacitados y mejora de la calidad de los servicios públicos (correos, seguridad social, registro civil, función judicial). Al imprimir altos niveles de calidad a los servicios públicos y colocarlos a disposición de los sectores más pobres de la población, estos últimos no solo tienen acceso a ellos sino que se sienten valorados en su dignidad y eso explicaría el alto apoyo a Correa. Estos sectores, asimismo, han sido beneficiados por el bono de desarrollo que en el mes de enero subió de 35 a 50 dólares mensuales.

Queda mucho por hacer, pero los ciudadanos de aquel país han respaldado de modo singularmente mayoritario a su presidente para que acometa su programa de asuntos pendientes y más perentorios en el transcurso de los próximos cuatro años, hasta su anunciada retirada en 2017.


OTRO DISGUSTO MÁS PARA VARGAS:

DdA, IX/2.309

No hay comentarios:

Publicar un comentario