Antonio Aramayona
Iñaki Urdangarín, esposo de
Cristina de Borbón y yerno del actual Jefe del Estado, se metió en el bolsillo
más de un millón de euros en 2007 y 2008 por sus servicios de asesoramiento a
varias empresas. La sociedad que facturó y cobró esos trabajos fue la sociedad
Aizoon, cuya propiedad comparte al 50% con Cristina de Borbón. Es decir, que
hay que reescribir lo escrito: Iñaki Urdangarín y Cristina de Borbón
percibieron más de un millón de euros por trabajos facturados y cobrados por la
sociedad que poseen conjuntamente al
50%.
O presuponemos que Cristina de
Borbón es idiota (del griego “idios”, “idiotés”: persona sumida en sí misma,
sin interesarse ni comprender algo del mundo) o presupone alguien que el resto
somos idiotas. Si Cristina Federica
Victoria Antonia de la
Santísima Trinidad de Borbón y Grecia fue nombrada directora
del área social de La Caixa
y a ella se le concedió la
Gran Cruz de la
Real y Distinguida Orden de Carlos III o la Gran Cruz de la Real Orden de San Olaf
en Noruega o la Gran Cruz
de la Orden de
Cristo en Portugal, suponer ahora que un tribunal no halla indicios para que
resulta encausada en el embrollo de Noos es inasumible e indigerible para
cualquier persona que esté al menos relativamente en sus cabales.
No soy mujer, pero me hago cargo
de la indignación adicional de cualquier mujer ante el caso Cristina de Borbón:
hombres y mujeres nacemos iguales y somos iguales ante la ley, y considerar que
esa mujer no se enteró de nada, no cooperó en nada no se benefició con plena
conciencia de los tejemanejes de la sociedad que tenía con su marido al 50%
constituye un verdadero insulto a la mujer.
Se dice que hacia 2007 su padre,
Juan Carlos, actual Jefe del Estado (así va el Estado…), indicó a su marido,
Iñaki, que se desvinculase del instituto Noos, pero en toda esta historia no
aparece Cristina, por muy hija que fuese y siga siendo de su padre. La idiocia
(ya dicho –del griego idios- “trastorno caracterizado por
una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida
en las primeras edades de la vida”, según el diccionario de la RAE) queda agudizada, amén de
hacer aparición un posible delito de cooperación por omisión por parte del
padre y de la hija, si bien el artículo 56,3 de la Constitución española
lamentablemente aún vigente nos advierte de que “la persona del Rey es
inviolable y no está sujeta a responsabilidad”, cosa que, de hecho, parece
querer hacerse extensiva también a su hija Cristina.
Total, que, según la Agencia Tributaria, Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad
de Borbón y Grecia queda exculpada del delito fiscal que la Fiscalía Anticorrupción
atribuye a su marido. No es de descartar que, según esta versión, Iñaki contase a
su esposa que el palacio de Pedralbes era un regalo de los Reyes (Magos de
Oriente). Y así las cosas, tampoco hay que descartar que Cristina, en su
purísima inocencia, en su adoración a su esposo, lo creyese a pies juntillas,
sin hacer una sola pregunta. Bendita sea Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad
de Borbón y Grecia.
+@Urdangarin firma un correo como "duque em... Palma... do"
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DdA, IX/2.284

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