Rómulo Pardo
Los palestinos y sus amigos en el mundo tienen razones para festejar.
Estados Unidos e Israel sufrieron una nueva derrota. Declinan.
Palestina se acerca al momento en que pueda llevar a la Corte Penal
Internacional (CPI) a los gobernantes y militares israelíes. Uno de los
motivos que los enfurece junto a su aislamiento internacional.
La posición palestina se hace más fuerte después de la votación,
tiene apoyo político mundial, podrá hacer oír su voz en la Asamblea como
estado observador, formar parte de los organismos mundiales, apelar a
la CPI. Militarmente logró una victoria en Gaza, cuenta con el apoyo
logístico de Irán, recibirá una inversión importante de Catar. Se ha
logrado un acercamiento al menos momentáneo de la Autoridad Nacional
Palestina y Hamás.
Israel tiene una oscura perspectiva. Netanyahu después del
enfrentamiento militar en Gaza despidió a su asesor militar, el ministro
de defensa Ehud Barak se retira justamente ahora de la política, hay
críticas internas a su conducción del gobierno, el Likud depende de la
unidad con el ultranacionalista Lieberman. El anunciado ataque a Irán
quedó paralizado porque no tuvo apoyo y hasta el geoestratega de origen judío
nacionalizado estadounidense Zbigniew Brezezinski dice que si lo hace
Estados Unidos debe dejarlo solo. Se prevé que Washington en crisis no
podrá seguir apoyándolo militar y financieramente. Se suma el que la población árabe israelí, mayoritariamente musulmana, crece a un ritmo muy superior a la de los judíos.
La reacción sionista será aumentar las violencias, asfixia económica,
menos empleos para palestinos, retiro de lo que queda del Acuerdo de
Oslo, nuevas provocaciones militares.
Un sector de dirigentes palestinos sabe que la lucha seguirá porque
no obtendrán sus derechos sin la derrota político-militar de Israel y
que la perspectiva de un mundo musulmán más fuerte y activo va a su
favor. En Gaza hubo una marcha de celebración pero no participaron Hamás
ni el FPLP.
EEUU e Israel y sus medios dominantes ya han empezado a culpar a los
palestinos de perjudicar con su nuevo estatus la vía a la paz y el
acuerdo. Esa propaganda ya no les ha resultado. Es claro para el mundo
que los hechos marchaban en dirección a la expulsión de los palestinos,
la ocupación del territorio de otro “estado” con asentamientos, la
limpieza étnica, el Gran Israel, el estado judío.
Lo sucedido en la ONU muestra que emerge una nueva situación mundial,
el orden imperial decae y paralelamente surge su alternativa de
fascismo aumentado por la escasez y agotamiento de recursos naturales.
Hoy 138 a 9 es una paliza humillante y hace poco fue 188 a 3 por Cuba.
DdA, IX/2.242
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