Cristina Calandre Hoenigsfeld
Estos días atrás de ha conmemorado el 76 aniversario de la llegada a España de
las Brigadas Internacionales. Por este motivo se han programado varios
actos para homenajear la Defensa de Madrid, capital de la II
República, que estuvo durante 3 años defendiéndose heroicamente del
ataque de los sublevados franquistas con el apoyo de los fascistas
italianos y los nazis alemanes. Se suele indicar respecto a los brigadistas que los 35.000
voluntarios pertenecían a 53 países procedentes de distintos lugares,
pero no se menciona en la mayoría de los casos la alta participación
de los judíos, en casi 8.000 (por ejemplo en la Sanidad de las BI el
80%
eran médicos judíos,) la mayoría repartida en los diferentes batallones
por nacionalidades, pero que sí podemos asegurar que tenían en común
una lengua, una historia y unas perspectivas comunes que hacían de
ellos parte de un colectivo con identidad propia. Incluso llegaron a
formar su propio batallón “Botwin” que tenía su periódico en la lengua
“yiddish”.
Posteriormente a la hora de la represión, también fueron
considerados como tales por las dos leyes raciales franquistas de
1939 (paso de fronteras de 11 mayo y depuración de médicos de
octubre) en donde el colectivo” judío” era tratado con la misma
categoría que el de anarquista, marxista ó comunista a la hora de la
represión, es decir tenía una identidad bien definida para los
franquistas, que no tuvieron reparo en meter en el mismo saco grupos
clasificados por ideología con grupos raciales.
¿Por qué esta participación tan alta de judíos en las Brigadas Internacionales?
Si repasamos la Historia, en los años 30 del siglo XX los judíos
europeos se vieron confrontados con una fuerte ola de nacionalismos,
fascismo y antisemitismo de la que fueron víctimas, siendo obligados a
abandonar sus patrias respectivas. Mientras, en España, la II República
terminó en 1931 con la secular discriminación de los judíos. La nueva
Constitución garantizaba la libertad de religión y destacados
republicanos demostraron su simpatía.
Tras la subida de Hitler al poder en 1933, España fue uno de los
pocos países europeos que ofrecieron asilo a los judíos alemanes y
austriacos, y los judíos, doblemente amenazados como raza y por su
ideología antifascista, vieron España como la salvación y como el
lugar donde poder contribuir a luchar contra el peligro de antisemitismo
y fascismo que se iba extendiendo por toda Europa.
En el caso concreto de los médicos, y siguiendo la magna obra del Dr. Francisco Guerra plasmado en su libro
La medicina en el exilio republicano: "En
los primeros días de la sublevación militar se presentaron ante las
autoridades republicanas de Barcelona algunos médicos de nacionalidad
alemana y ascendencia judía que se ofrecieron voluntarios para atender a
los heridos habidos durante los combates en la ciudad condal y luego
se incorporaron a las columnas que se formaron para la lucha del Frente
de Aragón… El Dr. Julio Bejarano Lozano había sido presidente del
Colegio de Médicos de Madrid y desde esa posición se distinguió en la
defensa del ejercicio en España de los médicos judíos expulsados de
Alemania…”
Esta conducta a favor de los médicos judíos tuvo luego sus
consecuencias, pues nada mas finalizar la guerra el Ministerio de
Gobernación, dirigido por el ministro antisemita, y cuñado del dictador
Franco, Ramón Serrano Suñer, firmó una Orden en donde se incluye a los
médicos judíos, junto a otros colectivos como republicanos, marxistas,
anarquistas, etc. http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1939/280/A05627-05628.pdf
La doble condición de judíos y antifascistas hace que se deba tomar
a este colectivo como el segundo en importancia, tras el de los
franceses, que conformaron las Brigadas Internacionales, evitando que
se difumine su presencia en los marcos nacionales, como perteneciente
a norteamericanos o los polacos. Pues como ya hemos reseñado, a la
hora de las leyes raciales franquistas, fueron identificados claramente
como “judíos “ y no como alemanes, polacos, norteamericanos, etc., y
por ello sufrieron mayor represión e incluso el exterminio en los
campos nacionalsocialistas, como les pasó a muchos de ellos por su
condición de judíos según escribe el Dr. Guerra:
Simon Boulka, nacido en Polonia, estudió medicina en París… Llegó en 1936 a Albacete… a partir de mayo de 1937 fue jefe de Sanidad de la 108 Brigada… estuvo destinado en el hospital de Murcia en 1938… exiliado en Francia fue capturado por la GESTAPO e internado en Auschwitz donde falleció. Roza Zachariewicz, polaca judía, graduada en Farmacia por la Universidad de Paris en 1933…llegó a España el 16 de Febrero de 1937… prestó servicios en los hospitales de Albacete, Benicassim, Castellón y Mataró… se exilió a Francia con su esposo el Dr Chretien, jefe de la sanidad de la XII Brigada Internacional… Durante la II Guerra Mundial cayó prisionera de la GESTAPO y murió en el campo de concentración de Auschwitz….”
Simon Boulka, nacido en Polonia, estudió medicina en París… Llegó en 1936 a Albacete… a partir de mayo de 1937 fue jefe de Sanidad de la 108 Brigada… estuvo destinado en el hospital de Murcia en 1938… exiliado en Francia fue capturado por la GESTAPO e internado en Auschwitz donde falleció. Roza Zachariewicz, polaca judía, graduada en Farmacia por la Universidad de Paris en 1933…llegó a España el 16 de Febrero de 1937… prestó servicios en los hospitales de Albacete, Benicassim, Castellón y Mataró… se exilió a Francia con su esposo el Dr Chretien, jefe de la sanidad de la XII Brigada Internacional… Durante la II Guerra Mundial cayó prisionera de la GESTAPO y murió en el campo de concentración de Auschwitz….”
En el apartado de Palestina, nos dice el Dr. Guerra:
"De Palestina llegaron a España médicos y enfermeras judíos que lucharon en las filas republicanas. Acabada la Guerra Civil todos pasaron a Francia y de allí hubo bastantes que fueron a residir a Palestina y luego se integraron en el estado de Israel".
"De Palestina llegaron a España médicos y enfermeras judíos que lucharon en las filas republicanas. Acabada la Guerra Civil todos pasaron a Francia y de allí hubo bastantes que fueron a residir a Palestina y luego se integraron en el estado de Israel".
Por todo lo anteriormente expuesto, creo necesario que el grupo
“judíos “ tenga una clara identificación cuando de las Brigadas
Internacionales se trate, y no queden desdibujados en los respectivos
marcos nacionales, pues como colectivo fue luego cruelmente
represaliado, independientemente de su ideología o procedencia, ya que
era una cuestión de raza.
EJEMPLO DE SOLIDARIDAD EN GIJÓN
DdA, IX/2.236
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