Félix Población
Gracias a una entrevista con
Miguel Roig, que publica Periodista Digital, me entero de que el nuevo periódico
de Ignacio Escolar, El Diario.es, ha logrado ya un millón y medio de lectores,
cuando su vida entre nosotros se contabiliza en poco más de dos meses. Si a eso
añadimos que en tan breve periodo de tiempo ha conseguido además 2.000 socios,
que abonan 5 euros al mes como soporte económico de apoyo a la publicación,
habrá que convenir que la empresa marcha por muy buenos derroteros.
Personalmente, no me siento
sorprendido ni por la calidad periodística del producto, ni por la acogida que
está teniendo El Diario.es en el mercado de la prensa electrónica. La primera
está avalada por la personalidad y profesionalidad de Ignacio Escolar, cuya
eficiencia como fundador y primer director del diario Público quedó
sobradamente demostrada. Escolar tenía en mente el proyecto que ahora dirige
desde el mismo día en que no se le permitió seguir al frente de aquel rotativo,
por lo que la gestación de El Diario.es se planteó con el sosiego y reflexión
debidos para que la empresa cuajase tal como lo está haciendo.
Para llevar adelante esta nueva iniciativa, Ignacio
ha contado, además, con el concurso de algunos de los colaboradores que más
incidencia tuvieron en el éxito de las páginas de opinión del diario Público,
como son los casos de Rafael Reig (purgado como columnista en aquel rotativo), Manuel Saco, Olga Rodríguez o Isaac Rosa, sin descartar -con la incorporación de nuevos y reputados profesionales- a
otros periodistas que también habían participado en Público, tanto como redactores como jefes de sección.
El hecho de que El Diario.es vaya
por buen camino, con tan reciente vida en su tránsito digital, viene a demostrar
que no cabe achacar solo a la crisis económica global la crisis real que sufren
los medios de comunicación. Como sostiene Miguel Roig, editor del Diario Kafka
(sección cultural de El Diario.es), la crisis de la prensa de kiosco en España
es un fenómeno muy grave -a contrastar con la pervivencia y calidad de los rotativos y
semanarios nacionales de toda tendencia en Italia, por ejemplo-, pero esa misma crisis
puede dar lugar a empresas como la de El Diario.es, que se justifican y cuajan
cuando se acometen con profesionalidad y un criterio ideológico afín al de
aquellos lectores que hasta ahora estaban necesitados de un medio así.
El nuevo periódico de Escolar está
en esa línea y por eso está llamado a recoger muy buenos frutos, si la línea se mantiene y no cede a tentaciones psoístas. Esto resulta
muy alentador cuando tantos medios y tantos profesionales se han visto abocados
al cierre y al paro en los últimos años. Por inquebrantable apego a la profesión, debo tener por ahora el convencimiento de que la
buena arrancada de El Diario.es en un periodo tan poco propicio a las empresas
mediáticas bien podría deberse al subtítulo que aparece al pie de la cabecera:
periodismo a pesar de todo. Que así sea y todos lo podamos seguir comprobando día a día.
PUNTOS DE PÁGINA
Pretenden que cada vez volemos más a flor de tierra para así tenernos mas cerca de nuestro enterramiento debajo de la jaula.
Dedicado a quienes hayan tenido la oportunidad de ver en El Intermedio de La Sexta TV, aunque no quisieran, algunas imágenes de la vomitiva presentación del producto que figura en la imagen.
+@El oro verde del capitalismo
@ADRADOS Y LOS CLÁSICOS: Quienes tuvimos la fortuna de estudiar latín y griego en el Bachiller celebramos la entrega del premio de las Letras al profesor Rodríguez Adrados. Muchos le debemos a Adrados el reconocimiento de uno de los pasajes más emotivos de exaltación de la democracia: el discurso fúnebre que Pericles entona en memoria de los caídos de la guerra del Peloponeso, que para la posteridad historió Tucídides. Conviene hoy recordar, como homenaje al viejo profesor y a los clásicos, el necesario y profundo respeto por el imperio de la ley, en una época convulsa en la que la legalidad se vadea por enfangados recovecos, se escupe sobre ella o se pisotea. Tal vez quienes ordenaron retirar del temario las lenguas clásicas lo hicieran a sabiendas de extender entre la ciudadanía un virus narcotizante más dañino que la peste que asoló Atenas. Francisco García
+@El oro verde del capitalismo
@ADRADOS Y LOS CLÁSICOS: Quienes tuvimos la fortuna de estudiar latín y griego en el Bachiller celebramos la entrega del premio de las Letras al profesor Rodríguez Adrados. Muchos le debemos a Adrados el reconocimiento de uno de los pasajes más emotivos de exaltación de la democracia: el discurso fúnebre que Pericles entona en memoria de los caídos de la guerra del Peloponeso, que para la posteridad historió Tucídides. Conviene hoy recordar, como homenaje al viejo profesor y a los clásicos, el necesario y profundo respeto por el imperio de la ley, en una época convulsa en la que la legalidad se vadea por enfangados recovecos, se escupe sobre ella o se pisotea. Tal vez quienes ordenaron retirar del temario las lenguas clásicas lo hicieran a sabiendas de extender entre la ciudadanía un virus narcotizante más dañino que la peste que asoló Atenas. Francisco García
DdA, IX/2.239
No hay comentarios:
Publicar un comentario