Félix Población
No busquéis sus nombres entre los asesinos de niños y adolescentes en la franja de Gaza. Tampoco los encontraréis como noticia de referencia en los medios de comunicación al uso y abuso del Poder. Se trata de unos valientes estudiantes de bachillerato israelíes que se han declarado objetores de conciencia y se han negado, por lo tanto, a incorporarse a las tropas de su país, encargadas de masacrar y oprimir al pueblo palestino ante la indiferencia del mundo. Ellos no llegarán a ser nunca protagonistas de un capítulo más del genocidio televisado al que acabamos de asistir en aquel territorio/prisión, con una nueva matanza de niños y adolescentes, muchachos estos como ellos, llamados para el amor y la convivencia, la cultura, la risa, el abrazo y la fraternal y nutricia amistad. "Somos shiministim (estudiantes de bachillerato)", dicen, "y seremos encarcelados por negarnos al servicio militar". Tras la cárcel, la pena de muerte civil: no tendrán becas, no encontrarán trabajo, sufrirán el desprecio y la incomprensión de amigos, profesores, vecinos y familiares. Los que opten por el exilio serán los menos desafortunados -tal es el panorama que les espera-, pero en su conciencia pervivirá la dignidad, solidaridad y el valor del que han dejado constancia en este vídeo con sus voces de paz: esos valores son los del mundo que queremos, sin lo cuales la humanidad (con mayúscula y minúscula) no tendría sentido. Se contienen en estos versos de nuestro inolvidable poeta Miguel Hernández, cuya voz no murió en una prisión de Franco:
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
No busquéis sus nombres entre los asesinos de niños y adolescentes en la franja de Gaza. Tampoco los encontraréis como noticia de referencia en los medios de comunicación al uso y abuso del Poder. Se trata de unos valientes estudiantes de bachillerato israelíes que se han declarado objetores de conciencia y se han negado, por lo tanto, a incorporarse a las tropas de su país, encargadas de masacrar y oprimir al pueblo palestino ante la indiferencia del mundo. Ellos no llegarán a ser nunca protagonistas de un capítulo más del genocidio televisado al que acabamos de asistir en aquel territorio/prisión, con una nueva matanza de niños y adolescentes, muchachos estos como ellos, llamados para el amor y la convivencia, la cultura, la risa, el abrazo y la fraternal y nutricia amistad. "Somos shiministim (estudiantes de bachillerato)", dicen, "y seremos encarcelados por negarnos al servicio militar". Tras la cárcel, la pena de muerte civil: no tendrán becas, no encontrarán trabajo, sufrirán el desprecio y la incomprensión de amigos, profesores, vecinos y familiares. Los que opten por el exilio serán los menos desafortunados -tal es el panorama que les espera-, pero en su conciencia pervivirá la dignidad, solidaridad y el valor del que han dejado constancia en este vídeo con sus voces de paz: esos valores son los del mundo que queremos, sin lo cuales la humanidad (con mayúscula y minúscula) no tendría sentido. Se contienen en estos versos de nuestro inolvidable poeta Miguel Hernández, cuya voz no murió en una prisión de Franco:
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