viernes, 30 de noviembre de 2012

¿POR QUÉ DEBEMOS RESPETAR A UN GOBIERNO SIN AUTORIDAD MORAL?


Ana Cuevas

En este mundo cruel que pretenden que aceptemos, hay quién no puede resistir la sobredosis de calamidades que le tocan. Ante el paro o los desahucios, la desprotección del Estado es tan brutal, que algunos individuos no encuentran más salida que un dramático mutis de este foro. Es un rasgo de algo que los sociólogos conocen como anomia. 

Cuando los que gobiernan no son capaces de crear mecanismos para garantizar las necesidades básicas de la gente, se producen comportamientos sociales diversos. Uno de ellos, el más rotundo, es el suicidio. Otra persona en Navarra se ha sumado a la lista de víctimas de nuestro irresponsable Estado. Sin trabajo y sin casa, no halló los instrumentos para salir de la desesperación y saltó por la ventana tras abrir la puerta a sus desahuciadores. Un muerto más sobre la ¿conciencia? de los insensibles gerifaltes. Una conciencia tan laxa que incluye el escarnio y el oprobio contra los más desprotegidos.

La viscosa Andreíta Fabra o la descerebrada (a la par que insultante) Mª Pilar Sol, son algunos de los especímenes que proclaman la desligitimación de este gobierno. Además de no articular instrumentos reales para remontar la tragedia del desempleo (sino todo lo contrario) o evitar que la banca pirata eche a la gente de sus casas, aceleran la brecha de las desigualdades. Participan activamente en el atraco que, a punta de decreto, sufren los bienes públicos. Siguen favoreciendo a los especuladores que generaron la crisis. Haciéndonos valedores de sus trapacerías. Privatizando a todo ritmo para engordar la buchaca de unos particulares (además de la propia si se tercia). Y encima nos disparan ráfagas de un odio añejo de clasismo rancio desde las tribunas que ocupan en su función de servidores públicos.

Parece ser que la anomia puede manifestarse de otras formas. Una es la variedad denominada anomia boba. Se produce cuando un grupo de personas pasa por encima del poder del Estado para proteger lo que les pertenece por derecho. Desobediencia civil por inaceptación de unas normas injustas y perniciosas para el pueblo. Este gobierno ya no posee ninguna autoridad moral, ¿por qué debemos respetarlo? Pues eso, ¡Viva la anomia boba!.

PUNTOS DE PÁGINA
Otra viñeta que es mas una profecía que otra cosa (y bien inmediata)!

DdA, IX/2.241

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