domingo, 11 de noviembre de 2012

DESIDERATA PARA UN MAÑANA (O NO)*



 Adolfo Muñoz
Una revolución violenta tiene pocas posibilidades de triunfar, pero tras el colapso del capitalismo, gangrenado como consecuencia de su absoluto triunfo, tendremos que decidir qué es lo que queremos hacer con nuestro mundo. Si va a haber un cambio radical, ese cambio será seguramente pacífico, y llegará una vez que todo el mundo sufra el hartazgo de los estragos producidos por el capitalismo en su crisis final; pues ni siquiera los beneficiados por ese capitalismo, esa microscópica porción de gente inmensamente rica, disfrutará de un auténtico bienestar, encarcelados como estarán en jaulas de platino. Y entonces será cuando necesitemos echar mano de aquello de lo que por el momento estamos desprovistos: de una desiderata consensuada, clara, rotunda y sensata sobre el mundo que queremos y cómo queremos organizarlo.
Aquí va mi propuesta, como la de cualquier vecino. Y recalco que esto no es ninguna predicción sobre un mañana utópico, es solo un apunte para la desiderata que necesitaremos:
-EL MUNDO DEBE RENUNCIAR AL CRECIMIENTO. El crecimiento ha sido una exigencia del capitalismo, no del mundo. El mundo produce ya mucho más de lo que necesita la humanidad para vivir cómodamente. Por contra, el planeta no puede permitirse lujos excesivos: no podemos seguir explotándolo más allá de sus posibilidades.
-EL MUNDO DEBE RENUNCIAR A LA COMPETENCIA. También la competencia ha sido una exigencia del capitalismo. Pero el precio que pagamos por vivir en un mundo en el que hay que competir para sobrevivir es demasiado alto. Le sacrificamos demasiadas cosas a la competencia. En especial, le sacrificamos tres: nuestra libertad de individuos, la buena relación con nuestros semejantes, y la justicia social.
-LAS PERSONAS DEBEN RENUNCIAR AL TRABAJO A TIEMPO COMPLETO. El trabajo será voluntario o semivoluntario, y no remunerado ni recompensado, solo agradecido. El ser humano tendrá que plantearse qué hacer con el resto del tiempo para convertirlo en algo gratificante.
-LOS INGRESOS DE CADA PERSONA SERÁN IDÉNTICOS, salvo por motivos de enfermedad.
-EL USO DEL DINERO SE RESTRINGIRÁ AL MÍNIMO. SE PROCURARÁ QUE EL DINERO SEA LO MENOS ATRACTIVO POSIBLE.
-SE PROHIBIRÁN LAS ARMAS.
-LAS PERSONAS DEBERÁN RENUNCIAR A LA AVARICIA. En cuanto a la vanidad, podrá satisfacerse de muchas maneras, pero no mediante la acumulación de riqueza. 
-EL MUNDO DEBERÁ RENUNCIAR A LOS ESTADOS. Solo un gobierno mundial puede garantizar la abolición de la competencia y el respeto a los derechos humanos. Un gobierno universal, una justicia universal. Los patriotas podrán reivindicar su tierra y tradiciones, pero no un estado. -SE ELEGIRÁ Y PROMOVERÁ UNA LENGUA ARTIFICIAL como lengua oficial y universal. Las lenguas naturales serán protegidas del mismo modo que el resto del patrimonio, ya sea natural, artístico o histórico.
 -EL ESTADO UNIVERSAL RESPETARÁ PERO NO APOYARÁ LAS CREENCIAS Y RELIGIONES.
 -LOS PRINCIPIOS DE LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD, LA RECUPERACIÓN DEL PLANETA  Y LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS SERÁN LOS ÚNICOS FINES DEL GOBIERNO UNIVERSAL.
*Artículo 21º de El instante: reflexiones sobre la crisis

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