lunes, 15 de octubre de 2012

INTELECTUALES Y ARTISTAS POR EL COMPROMISO

 
Lazarillo

Este pasado fin de semana se celebró en el Ateneo de Madrid el Congreso de Escritores, Artistas e Intelectuales por el Compromiso, sin que del evento hayamos tenido información a través de los medios convencionales al uso. Se trata de promover, según el lema que lo sustenta,  un impulso transformador de la cultura y la lucha ideológica en un momento de grave situación social, económica y financiera. Desde el congreso se apela a un debate transformador.

“La respuesta a la situación actual no consiste en concebir una modernidad al margen de la lucha de clases, ni encubrir las derrotas colectivas asumiendo los valores del adversario. Se trataría, en todo caso, de caracterizar nuestras derrotas y formular un discurso que, sin asumirlas, se enfrente a ellas de cara al futuro. Derrotados pero no vencidos y, mucho menos, rendidos”.

En el manifiesto suscrito por 200 artistas, profesores, periodistas y escritores, se expone que la crisis y sus secuelas han generado un profundo malestar en el mundo de la cultura, que viene expresándose a través de un amplio silencio o en opiniones o tomas de posición contra el capitalismo, sin ofrecer alternativas explícitas. “Nos encontramos en un momento crítico para pulsar la real disposición de este mundo a la vuelta al compromiso. Desde un concepto alternativo de la cultura, como parte de la lucha ideológica; desde la literatura y el arte concebidos como instrumentos de cambio real; desde la urgente necesidad de una respuesta contra la amputación de la democracia y la conversión de todo en mercancía, en esta fase postmoderna del capitalismo avanzado, un grupo de mujeres, hombres y entidades diversas, preocupados por la situación actual, por el aumento de la explotación y el dominio, y frente a una norma cultural e ideológica supuestamente moderna y neutral, hemos lanzado un llamamiento para un debate abierto y plural de cara a una triple intención: despejar el lugar del escritor, el intelectual y artista en el panorama actual, desde el punto de vista de su compromiso explícito; analizar la posibilidad de una literatura y una arte “otros”, frente a la norma hegemónica; y avanzar en la posibilidad de una “lectura” o discurso alternativo, al margen de los valores de la crítica establecida y del canon acuñado por la ideología dominante y las pulsiones del mercado”

Cuenta el escritor y exdiputado de Izquierda Unida Felipe Alcaraz, uno de los promotores del congreso, que después de tres días de debates los representantes de los tres pensamientos críticos de los siglos XX y XXI (libertarios, comunistas y socialistas) se pusieron de acuerdo para elaborar ese manifiesto conjunto contra la neutralidad y el silencio. Durante el congreso, el profesor Aznar Soler recordó una anécdota relacionada con el II Congreso de Internacional de Escritores por la Defensa de la Cultura celebrado hace 75 años, en julio de 1937. Aquella convocatoria supuso el apoyo de los intelectuales a la Segunda República y su rechazo al asalto fascista que había sufrido nuestro país. Pues bien, el profesor Aznar Soler recordó que en un momento dado el escritor José Bergamín exigió silencio a los convocados. Todos ellos escucharon entonces como sonido de fondo el estruendo de las bombas cayendo sobre Madrid. Y añade Alcaraz: “Era la mejor llamada para la unidad. Como ahora, oyendo el silencio atronador de las bombas de los mercados financieros contra la democracia real”.

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