13 MILLONES DE ESPAÑOLES NO PUEDEN LLEVAR UNA VIDA DIGNA

Félix Población

Ayer fue el Día Mundial para la Erradicación de la Pobreza y en España lo celebramos sabiendo que el índice de esa lacra ha subido cinco puntos en nuestro país, a lo largo de los últimos tres años, coincidentes con la crisis económica. En ese trienio, cada año España ha ido sumando un millón de pobres a sus estadísticas. El número de ciudadanos acogidos a esa espiral inicua se acerca actualmente a los 13 millones. Ese es el número de personas que no dispone de ingresos suficientes para llevar una vida digna. Las cifras las dio ayer el presidente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza.

Todos esos ciudadanos han pasado de ser sujetos de derechos a ser asegurados, con unas cada vez menores expectativas de que su existencia pueda ser asistida por la caridad. Estamos, por lo tanto, ante la aciaga posibilidad de que un derecho básico como es la defensa de su vida, pueda ser vulnerado. Pero lo más sangrante quizá de esa estadística, con serlo sobradamente de por sí con unos datos como esos, es que en los años de prosperidad la pobreza tampoco disminuyó.

Refiriéndose al desequilibrio entre los países del norte y el sur, dice Jean Ziegler en su libro El odio a Occidente, de obligada consulta, que pocas veces los occidentales han dado tales muestras de ceguera, indiferencia y cinismo como ahora, ante una realidad que contabiliza 37.000 muertos de hambre diarios, mientras medio millar de multinacionales controlan el 53 por ciento del PIB mundial. Su ignorancia de la realidad es impresionante, afirma el reputado sociólogo y miembro del comité consultivo del Consejo de Derechos Humanos, y así es como se alimenta el odio. ¿Qué otra cosa pueden estar alimentando esos casi 13 millones de españoles a los que se les está negando una vida digna?

+@El secreto de Venezuela en su lucha contra la pobreza

+@Declaración de Manolis Glezos con motivo de la visita a Grecia de Angela Merkel: "Habríamos esperado que la canciller hubiera dado muestras de una actitud análoga a la de los aliados hacia Alemania cuando en 1953, con la suspensión de pagos de la deuda y la ayuda económica que ofrecieron, contribuyeron al desarrollo y a la reconstrucción de Alemania. La Grecia de entonces no estuvo ausente de aquel esfuerzo".