AINHOA Y GABRIEL, DETENIDOS POR CONTAR EL 25 S

Félix Población

Ya están en libertad 34 de los 35 ciudadanos detenidos con ocasión de los disturbios que tuvieron lugar el pasado 25 S ante el Congreso de los Diputados y que, según medios tan reputados como la BBC, fueron promovidos por la policía secreta. Eso mismo dicen los detenidos, que se dio una orden política clara para criminalizar todo lo posible este movimiento pacífico, aparte de asegurar que han sido maltratados durante su confinamiento. 

Entre esos 34 ciudadanos hay dos, que responden a los nombres de Ainhoa y Gabriel, cuya detención se produjo cuando pretendían describir con sus cámaras lo que estaba ocurriendo, y que, de todos modos y gracias a otros conductos, ha podido llegar hasta las redes sociales. Esto es, entre otros episodios, los de septuagenarios zarandeados y golpeados por las fuerzas del orden, tal como se constata en la fotografía y debe quedar consignado para la historia de este movimiento de oposición crítica.

¿Hasta tal punto han sido drásticas las órdenes recibidas de la superioridad? ¿Cómo puede un funcionario del Estado apalear a quien podrían ser su padre o su madre, sin reparar antes en los serios motivos por los que ese ciudadano corre tal riesgo? Ainhoa y Gabriel estaban allí para contarlo, y esas imágenes, precisamente esas imágenes, son las que dan fe de que en la calle se está cociendo una resistencia pacífica, tan creciente como consistente, que no debería ser menospreciada por ningún Gobierno.

Para criminalizar esa resistencia, esas imágenes sobran y parece que hay órdenes para acallarlas. De momento, gracias a personas como Gabriel y Ainhoa, esas imágenes hablan, y su enunciado hubiera podido tener mayor y más trascendente relevancia si entre esos septuagenarios zarandeados y golpeados por la policía se hubiera producido una desgracia irreparable. 

LA ALTERNATIVA NO ES CAPRILES
El candidato de la oposición a la presidencia de Venezuela, Henrique Capriles Radonski, es abogado y cofundador del partido Primero Justicia, para cuya creación fue acusado de recibir fondos de Pdvsa en 1998. Desciende de dos familias dueñas de medios de comunicación; en su juventud fue miembro del partido socialcristiano Copei y se afirma que perteneció al grupo ultraderechista "Familia, tradición y propiedad". En abril de 2002 durante el golpe de Estado al presidente Chávez lideró las agresiones contra la sede de la embajada de Cuba en Caracas, por lo cual Fiscalía Nacional lo acusó por violación de principios internacionales.

DdA, IX/2188