martes, 12 de junio de 2012

TODO SIGUE IGUAL EN EL VALLE DE FRANCO


Félix Población

Leo que el Gobierno ha normalizado la situación de excepcionalidad que vivía el Valle de los Caídos desde su cierre al público hace casi tres años, en diciembre de 2009, fecha en que por decisión de Patrimonio Nacional y debido a la necesidad de realizar una obras se optó por la clausura del monumento. El pasado 1 de junio, el actual ejecutivo decidió abrir la basílica donde están enterrados Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera y poner precio a la entrada de los visitantes, 5 euros, sin que nada haya cambiado con relación a lo previsto para el Valle de los Caídos en la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2006.

Ni el lugar ha adquirido otro significado para la conciencia colectiva del país, desde el espíritu de reconciliación y respeto al pluralismo del pacto constitucional -tal como señala dicha ley-, ni se ha tenido en cuenta la disposición adicional sexta, que insta a ejercer actuaciones que contribuyan a convertir ese lugar en un ámbito de memoria colectiva democrática, de reparación, verdad y reconciliación. Tampoco se ha eliminado, por supuesto, la simbología propia del viejo régimen, según se dictamina en la ley.

No se ha tenido en consideración, asimismo, la decisión de la comisión de expertos, creada por acuerdo del consejo de ministros de 27 de mayo de 2011, que aconsejaba el traslado de los restos mortales del dictador a otro lugar, siendo como era el objetivo convertir el Valle de los Caídos en un centro de memoria que dignifique y rehabilite a las víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista posterior. Una parte de las víctimas republicanas están enterradas en la propia basílica, contra la voluntad o sin concimiento de sus familias, junto a los caídos del bando rebelde.

A juzgar por la decisión tomada por el Gobierno del Partido Popular, partido que en su día se opuso a la Ley de Memoria Histórica, nada cambiará en el Valle de Franco, por lo que no sería aventurado pensar que hasta el artículo 16 de la citada ley, que prohíbe los actos políticos o exaltadores de la Guerra Civil o el franquismo, se pueda convertir también en papel mojado, pues habiendo lugar para el culto no faltará ocasión -si las circunstancias lo propician- para que lo visiten y ensalcen sus efectivos o potenciales feligreses.

+@El Gobierno acelera el pleno funcionamiento del Valle de los Caídos a partir del 1 de junio.

DIVAR Y LAS CENAS CON SU JEFE DE SEGURIDAD

Jerónimo Escorial, ayudante personal y jefe de seguridad del presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, es la persona que compartió con él muchas de las cenas en restaurantes de lujo de Puerto Banús (Marbella, Málaga), según confirman fuentes del Consejo, de la Audiencia Nacional y del equipo de seguridad del presidente.+@El País

+@Un divo divino llamado Dívar y sus artículos en la revista de la Hermandad del Valle de los Caídos

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