LA CRISIS, LA TEORÍA DEL LABRADOR Y LA TEORÍA DEL OBISPO*

Adolfo Muñoz

Es lógico que los afectados busquen explicaciones a su repentino empobrecimiento. Y las explicaciones brotan un poco como el moho, de modo más o menos espontáneo. Las dos más comunes son perfectamente razonables, pero erróneas. Helas aquí:

Por un lado, encontramos la teoría del labrador que, de manera harto sensata, piensa que de esta solo se puede salir trabajando. La crisis, sengún esta teoría, se debe a que nos hemos quedado algo dormidos. Por tanto, ahora toca trabajar, arrimar el hombro para salir entre todos de este barullo. Esta idea es perfectamente razonable dentro de una sociedad tradicional y precapitalista. Si en una economía de subsistencia, un labrador-ganadero pasa hambre, es probable que se deba a que ha trabajado poco. Y si no es por eso, no importa, pues lo que es seguro es que trabajar más tendrá efectos beneficiosos; y en ningún caso podrá tenerlos negativos. El único problema de esta idea es que el sistema económico actual viene a ser a la economía tradicional lo que la mecánica cuántica a contar con los dedos.

Por otro lado está la teoría del obispo, según la cual la crisis es el providencial castigo a un pecado. Es necesaria una penitencia que nos redima de la culpa y, limpiándonos de todo mal, nos vuelva a hacer dignos de la prosperidad. Y si he expresado en términos religiosos esta idea que encontramos disfrazada por todos lados, es porque, por mucho que se disfrace, la idea es de raigambre religiosa.

Al igual que se socializan las pérdidas, se socializan las culpas. Y esas culpas colectivas pueden ser el exceso de diversión, el haber “vivido por encima de nuestras posibilidades”, o simplemente el haber votado a Zapatero y su matrimonio homosexual. De semejante culpa colectiva, Sodoma y Gomorra solo podrán redimirse mediante la penitencia colectiva. Esta es la concepción que explota el actual gobierno de España, que durante meses nos ha tenido ofreciendo sacrificios (humanos) en ese día tan penitencial que es el viernes.

Hace una semanas, Martin Wolf hacía ver que una de las cosas que se precisan para lograr un desastre económico semejante al de los años 30 es “la creencia generalizada de que sufrir es bueno” (Financial Times, 5-VI).Y Paul Krugman, que se hacía eco del artículo de Wolf, apostillaba: “estamos ante la vieja mentalidad del ‘trabajo de las depresiones’ de Joseph Schumpeter: la idea de que todo sufrimiento cumple un objetivo necesario y de que sería una equivocación mitigar ese sufrimiento aunque solo fuera ligeramente. Esta doctrina tiene un atractivo emocional innegable para la gente acomodada, pero es una completa locura si tenemos en cuenta todo lo que hemos aprendido sobre economía estos últimos 80 años.” (El País, 18-VI)

*Segundo artículo de la serie titulada El Instante que se publica cada sábado.

OPERACIÓN DESGASTE CONTRA FERNANDO LUGO
El juicio político al presidente paraguayo Fernando Lugo y su destitución, concretada ayer por el Senado, es la culminación de una operación de desgaste que el Partido Colorado, el más poderoso de Paraguay y al que perteneciera el ex dictador (1954-1989) Alfredo Stroessner (1912-2006), inició el mismo día en que el ex obispo asumió el poder democráticamente, el 28 de abril de 2008. Con el 93 por ciento de popularidad acumulada como referente social de las organizaciones campesinas, Lugo había logrado el 40,82 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales, encabezando una heterogénea Alianza Patriótica para el Cambio (APC), cuya principal fuerza era el Partido Radical Liberal Auténtico (PRLA), al que pertenece el vicepresidente Federico Franco, quien ahora asumirá el mandato presidencial hasta abril del año próximo, cuando se realicen las elecciones que ya estaban fijadas desde el año anterior.+@Washington Uranga
FRANCO PRESIDENTE
Una de las primeras medidas de Federico Franco, luego de conseguir la destitución de Fernando Lugo, fue la de actualizar su biografía en Twitter. “Presidente de la República del Paraguay”, decía allí sólo un par de horas después de haber jurado en ese cargo. El cambio en su perfil fue tan rápido como el juicio político que golpeó la democracia paraguaya.@Pagína/12
¿POR QUÉ DERROCARON A LUGO?
Hace unos minutos se acaba de consumar la farsa: el presidente del Paraguay Fernando Lugo fue destituido de su cargo en un juicio sumarísimo en donde el Senado más corrupto de las Américas -¡y eso es mucho decir!- lo halló culpable de "mal desempeño" de sus funciones debido a las muertes ocurridas en el desalojo de una finca en Curuguaty.+@PiensaChile/Atilio Borón