viernes, 8 de junio de 2012

DÍVAR Y EL LIBRO DE LA HIJA DE GARZÓN



Félix Población


El próximo domingo, el suplemento semanal del diario El País ofrecerá a sus lectores una entrevista con María Garzón, autora de Suprema injusticia, el libro que el martes que viene se presentará en Madrid y será, sin ninguna duda, un evento de gran prestancia política y mediática. Les garantizo que leeré esa interviú, que adelante el contenido del libro, con sumo interés.

Hace unos meses (9-2-2012), la hija de Baltasar Garzón firmó una breve carta en ese mismo diario en la que adelantó la idea que probablemente la ha movido a escribir el libro, idea que habrá sido muy bien acogida por la editorial que ahora lo publica, pues el testimonio de quien tan de cerca vivió el caso del juez injustamente inhabilitado (por las escuchas a los abogados de la trama Gürtel) es por sí mismo muy estimulante como incentivo comercial, al margen de las cualidades literarias de la autora:

"Esta carta está dirigida a todos aquellos que hoy brindarán con champán por la inhabilitación de Baltasar Garzón.
A ustedes, que durante años han vertido insultos y mentiras; a ustedes, que por fin hoy han alcanzado su meta, conseguido su trofeo.
A todos ustedes les diré que jamás nos harán bajar la cabeza, que nunca derramaremos una sola lágrima por su culpa. No les daremos ese gusto.
Nos han tocado, pero no hundido; y lejos de hacernos perder la fe en esta sociedad nos han dado más fuerza para seguir luchando por un mundo en el que la Justicia sea auténtica, sin sectarismos, sin estar guiada por envidias; por acuerdos de pasillo.
Una Justicia que respeta a las víctimas, que aplica la ley sin miedo a las represalias. Una Justicia de verdad, en la que me han enseñado a creer desde que nací y que deseo que mi hija, que hoy corretea ajena a todo, conozca y aprenda a querer, a pesar de que ahora haya sido mermada. Un paso atrás que ustedes achacan a Baltasar pero que no es más que el reflejo de su propia condición.
Pero sobre todo, les deseo que este golpe, que ustedes han voceado desde hace años, no se vuelva en contra de nuestra sociedad, por las graves consecuencias que la jurisprudencia sembrada pueda tener.
Ustedes hoy brindarán con champán, pero nosotros lo haremos juntos, cada noche, porque sabemos que mi padre es inocente y que nuestra conciencia SÍ está tranquila".

Para favorecer aún más la expectación que ha levantado el libro de María Garzón Molina, las circunstancias han querido que su publicación coincida con una nueva sacudida de desprestigio del poder judicial, protagonizada por el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo del Poder Judicial, Carlos Dívar. Como es sabido, Dívar se ha negado a dar explicaciones convincentes y satisfactorias sobre el escándalo de sus veinte viajes a Puerto Banús (Marbella) en fines de semana de cuatro o más días -con cargo al presupuesto público-, así como sobre las opíparas cenas compartidas con un desconocido comensal en restaurantes de lujo de la zona.

Es de significar que el caso Dívar salió a la luz gracias a la denuncia presentada a la fiscalía por el vocal del Consejo General del Poder Judicial José Manuel Gómez Benítez, brillante abogado durante muchos años del juez Baltasar Garzón, por lo se ha especulado en algunos mentideros con la posibilidad de que el exmagistrado estuviera en el origen de esa denuncia. No sería raro que durante la presentación del libro Suprema injusticia, sobre cuyo contenido nada se ha revelado hasta ahora, algún periodista suscite la posibilidad de aclarar esta hipótesis.

Hablaremos del libro cuando lo hayamos leído, esperando lo que cabe esperar de una hija que sale en defensa de su padre, pues si las razones para escribirlo han debido ser poderosas, no menos lo habrán sido los sentimientos que acaso queden expresos."La Transición no ha llegado al poder judicial, son estamentos heredados de la época franquista", afirma María Garzón en la entrevista. También: "El rey debe la vida a mi padre y a los policías de la operación que frustró el atentado de ETA en 1995". "No creo que el indulto a mi padre sea ahora la prioridad del Gobierno. La solución estará en Estrasburgo", cree la hija del exjuez.

WIKILEAKS, CRÍMENES DE GUERRA Y EL PRINCIPIO PINOCHET
Tanto el juez Garzón como Julian Assange se enfrentaron a poderes bien afianzados, ya sea que se trate del gobierno, del ejército o de las empresas. Bradley Manning está siendo acusado por las mismas razones. Sus vidas han cambiado, en diferentes grados, para siempre. Su libertad, sus carreras y sus reputaciones han sido amenazadas o destruidas. Esta semana, Hillary Clinton hará la primera visita oficial estadounidense a Suecia en años. ¿Por qué? ¿Qué papel está jugando el gobierno estadounidense en el caso Assange? Los acontecimientos de esta semana están relacionados de manera crucial con el derecho de la población a la información y dan cuenta clara de por qué los que denuncian las prácticas ilegítimas deben ser protegidos por la ley.+@Amy Goodman


PERIODISTAS
Buen día para preguntarse qué voz tienen hoy los que sufren el silencio. A qué garganta pueden apelar que los pronuncie, a qué tinta, a qué tipografía que los visibilice. No hay mucho en la feria de las vanidades. Pocas, muy pocas son las voces que eligen prestarse a los anónimos, a los que se mueren de frío, a los diferidos del sistema. El debate mentiroso, el brutal maniqueísmo que hizo estallar en mil pedazos el sueño de Rodolfo Walsh no tolera otra mirada. Y ahí estamos parados, en el delicado equilibrio de la soledad. Fuera de la manipulación interesada de la realidad, cuando la palabra responde a intereses del poder político o del poder económico. Fuera de la militancia que busca la revolución en la comodidad mensual y presupuestaria del gobierno de turno. Si el periodista se convierte en agente de prensa ya no es periodista. Es agente de prensa. Y mientras haya infancia acorralada por el hambre, el paco y el gatillo fácil a nadie podrá convencer que el periodismo deba ser militante del Estado de inequidad. Ahí estamos parados. Siempre desamigados del poder. Siempre en la calle, al lado de los desapoderados. Lejos de las cacerolas de Recoleta y de la desesperación por el dólar. Lejos del divismo opinador y de los showmen que se clavan plumas en el Maipo. Con los pibes y la prepotencia de amanecer cada día. Con la obstinación de cambiar las cosas y el capricho de la coherencia. Militantes de una transformación que ponga patas arriba la injusticia. Jamás propaganderos de nadie. Nunca voceros del poder.
Ahí nos paramos. En las gargantas de los que sufren el silencio. Porque el cambio vendrá de allí, desde los confines. Y andará descalzo, mocoso y feliz..@APE

IMÁGENES QUE NO ESTAMOS VIENDO EN LOS TELEDIARIOS

La fotografía corresponde a la manifestación de los mineros ayer en Oviedo. Si se pretende ocultar esa realidad, hacen mal quienes son responsables de la elusión. Echen una mirada a la historia, porque aunque probablemente no venga en los libros de historia, hace medio siglo un ministro de la dictadura hubo de ir a Asturias a dialogar con los mineros para resolver el conflicto causado por la huelga en las cuencas del carbón.

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