ÉVOLE ECHA CUENTAS CON FERNÁNDEZ MARUGÁN Y MARTÍNEZ PUJALTE

Félix Población

Quienes no hayan tenido oportunidad de ver ayer el programa de Jordi Évole Salvados, que cada noche de domingo emite La Sexta, no deberían perder la oportunidad de hacerlo. Si por lo general -aunque no siempre- El Follonero, como empezó a ser conocido este magnífico profesional, ofrece a los telespectadores un periodismo incisivo y sumamente didáctico a cuenta de asuntos de interés general, el programa de ayer sobre la financiación de los partidos políticos fue muy provechoso para aclarar dudas entre el respetable.

Lo inició el periodista con una substanciosa interviú a Fernando Jiménez, profesor de Ciencias Políticas e inspector del GRECO, un organismo del Consejo de Europa que investiga la corrupción. Supimos así que los cuatro partidos mayores (PSOE, PP, CiU y PNV) tienen contraídas deudas con los bancos por cerca de 200 millones de euros (2006), pero que esas cuentas se suelen condonar. Que la donaciones que reciben los partidos políticos, muy incrementadas cuando esos partidos llegan al Gobierno, no se hacen públicas, y que las empresas con contratos en vigor en las administraciones públicas no pueden hacer donaciones a los partidos, pero sí a las fundaciones que dependen de los partidos, caso de FAES (PP) o Fundación Ideas (PSOE).

Para saber cómo se fiscalizan esas financiaciones, acudió Évole al Tribunal de Cuentas en compañía de José García Abad, director del semanario El Siglo, que le asesoró acerca de la identidad de los vetustos consejeros. En su mayoría han sido senadores, diputados o han ocupado cargos importantes en el Partido Popular o el Partido Socialista, por lo que su independencia es más que cuestionable, aunque su remuneración para tal cargo sea generosa.

Sobre esa falta de independencia de los consejeros, así como sobre los beneficios que a las empresas o particulares donantes les puede reportar su apoyo a las fundaciones de cada partido político, preguntó Jordi Évole a dos representantes del PSOE y el PP. Tanto Fernández Marugán, que fue responsable de finanzas del Partido Socialista después del caso Filesa, como Vicente Martínez Pujalte, que desde 1993 es diputado del Partido Popular, quedaron en evidencia por su ineptitud para dar una contestación medianamente coherente. El primero trató de solventar el trámite con vacua retórica hinchada de suficiencia. Esa misma vacua retórica se convirtió en el segundo en necedad e insultante e inadmisible impertinencia.

Don Vicente, doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Valencia, no solo no supo responder a Évole sobre lo fundamental, asegurando que los consejeros del citado tribunal eran ciudadanos profesionales e independientes, sino que vino a sugerir que el modélico periodismo de su entrevistador era desestabilizador para la democracia. Todo porque Jordi le planteó que si con los datos que le había expuesto, se podría entender que en España hubiera ciudadanos que consideren que los partidos no les representan.

Aunque la últimas palabras de Jordi Évole llevaban también interrogantes, tuve la impresión de que cuando dijo ¿ha sido usted totalmente transparente, señor Martínez Pujalte?, el periodista estaba afirmando lo que el diputado conservador sí afirmó acto seguido, pero no demostró antes con sus torpes explicaciones y sí acaso con su inusitado ataque al entrevisador.

Foto: Fernández Marugán y Jordi Évole durante la entrevista.

+@ La Agencia Tributaria denuncia la financiación ilegal del PP. En su día lo denunció el diario Público:El jefe de la patronal financió al PP.
+@El rey vendió al jefe de la patronal madrileña el maserati que le había regalado un jeque árabe