jueves, 1 de marzo de 2012

AGUIRRE NO DEBERÍA LLAMAR ALGARADA AL DERECHO DE INDIGNACIÓN


Félix Población

La lideresa Aguirre se refirió ayer, en unas manifestaciones a Onda Cero, a la inmaculada trayectoria del Partido Popular en manifestaciones antigubernamentales, excusadas aquellas en que sus fieles concurrían para protestar por el pacto entre el gobierno de Zapatero y los terroristas, según doña Esperanza.

La reiteración en esta falaz y torticera imputación, me hace recordar el régimen de algarada permanente que mantuvo el Partido Popular y el actual presidente del Gobierno desde la oposición durante la primera legislatura y buena parte de la segunda, a costa tanto de la conspiranoia del 11-M como de la eficaz política antiterrorista llevada a cabo por Zapatero, que finalmente acabó con la actividad armada de ETA.

Es bien cierto que el Partido Popular nunca podrá salir a la calle para defender los derechos sociales de la población, porque su misión está siendo recortarlos, pero de la memoria de los ciudadanos no se podrán borrar los denuestos e injurias propios de algarada que don Mariano el Obvio dispensó como líder opositor al anterior Presidente del Gobierno.

Aparte de acusarlo de apalear a la clase media y agredir a las víctimas del terrorismo, Rajoy tildó a Rodríguez Zapatero de "bobo solemne" y "cobarde sin límites", de "irresponsable", de "grotesco", de "frívolo", de "antojadizo, veleidoso e inconsecuente", de "acomplejado", de "confuso", de tener "mala conciencia", de "chalanear con los terroristas", tener "la cabeza de adorno", de "indigno", de "cobarde", de perdedor complacido", de dar "coces", de comportarse como un "hooligan británico", de "traicionar a los muertos" , de "radical, taimado y maniobrero" y de hablar "en batasuno".

La condesa de Murillo y Grande de España forma parte de ese partido que hizo oposición de algarada, a imagen y semejanza de la ultraderecha mediática a la que la lideresa Aguirre prestó cobertura. Ni su militancia ni sus títulos le pueden permitir el más mínimo asomo de comprensión ante la indignación que crece en las calles. Por eso en su simpleza, no exenta de mala baba, culpabiliza al PSOE de promover lo que tanto el gobierno de este partido como el del suyo han provocado y provocan entre la mayor parte de la ciudadanía: indignación

Llamar algarada al derecho a convocar y expresar esa indignación nos sitúa en los tiempos en que el fallecido Fraga calificaba del mismo modo toda manifestación reivindicativa. Confiemos en que la condesa de Murillo no comparta con el admirado fundador de su partido los expeditivos métodos con que don Manuel se significó en Vitoria, 1976, siendo ministro del Interior.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sus métodos ya los estamos viendo en las manifestaciones de estudiantes, son fieles herederos de sus padres políticos estos del PP, vamos para no perder las costumbres de la "familia". Bueno y del estilo en los negocios... para que hablar.

Anónimo dijo...

Las declaraciones de Aguirre no son solo desafortunadas sino temerarias. Juega con fuego porque el personal no está para que lo pinchen. Muy peligrosa esta señora.

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