lunes, 6 de febrero de 2012
EL PARTIDO SOCIALISTA USA, EN CONTRA DE LA AYUDA MILITAR A ISRAEL Y EGIPTO
Félix Población
El Partido Socialista de los Estados Unidos (SPUSA) es una organización socialista, democrática y plural, formada en 1972 tras una escisión sufrida por el viejo Partido Socialista de América (SPA). Sus fundadores formaban parte del ala izquierda del SPA y su máxima como activistas políticos responde al eslogan Nada es más revolucionario que la libertad. Los socialistas, según Billy Warton (1969), copresidente del partido, siempre han formado parte de la historia norteamericana, bien cuando la libertad de expresión estuvo amenazada durante la Primera Guerra Mundial, bien cuando hubo que luchar por los derechos sindicales y los derechos civiles. Warton, ex director de The Socialist y actual director de Webzine Socialist, obtuvo cierta repercusión mediática a raíz de un artículo firmado en The Washignton Post en 2009, en el que, bajo el título Obama no es socialista, replicó con contundencia a aquellos comentaristas neoconservadores que habían expuesto lo contrario. “Los estadunidenses están empezando ahora a asimilar que el capitalismo no les ofrece más que deudas, trabajar a todas horas y una vida anodina y estandarizada por las multinacionales -afirma Warton-. El socialismo está emergiendo como alternativa vital edificada sobre ideales de democracia, libertad e igualdad”.
¿Qué significan y qué pueden esos ideales frente a la todopoderosa economía neoliberal que mantiene el actual grado de desigualdad en el reparto global de la riqueza?
Buscamos transformar las relaciones de propiedad en EstadoUnidos. Ahora mismo el 5% de la población acumula el 85% de la riqueza, lo cual es malo para la economía, veneno para la democracia y causa fundamental del sufrimiento del 99 de los que trabajamos para vivir. Creemos que la democracia es tan eficaz que debería aplicarse a organizar la economía. La economía democrática resultará de una revolución democrática en la que la gente corriente recuperará los derechos ya esquilmados por los gobiernos, podrá ejercira los que tiene legítimamente y alcanzará nuevos derechos por medio de actos de desobediencia civil.
¿Cual es la postura de su partido en relación con la influencia que el lobby judío estadounidense ejerce sobre la política exterior de su país en Oriente Medio y con respecto al contencioso nuclear en Irán?
Nuestra organización se opone firmemente al militarismo de Estados Unidos en todas sus vertientes, sean invasiones directas, bombardeos con aviones no tripulados o despliegues militares. Llamamos al fin inmediato de la ayuda militar a Israel y Egipto. Mantenemos nuestra solidaridad con la población trabjadora empobrecida y oprimida en todo el mundo. Reconocemos las condiciones de brutal opresión en que el pueblo palestino es forzado a vivir bajo la ocupación israelí. Mantenemos nuestras solidaridad con ese pueblo y les ofrecemos nuestro apoyo por medios no violentos en su lucha por la liberación. Apostamos por reducir la tensión con Irán y trabajar con la comunidad internacional para alcanzar una solución pacífica a la crisis actual fabricada por Washington.
¿Hay alguna diferencia entre la política exterior norteamericana llevada a cabo por Obama en América Latina y la verificada por los presidentes anteriores?
La diferencia principal es que Obama hace mejores discursos. Su política es similar en todo a la Bush. Aunque ha minimizado el enfrentamiento con los líderes izquierdistas como Hugo Chávez y Evo Morales, los Estados Unidos siguen siendo una fuerza negativa en la región. El proyecto sigue siendo el mismo: usar su poder para asegurar la continuidad de la explotación de Iberoamérica por las multinacionales. Esto conlleva unas veces la invasión militar y otras, diversas formas de presión.
¿Cómo se avizora desde el Partido Socialista de Estados Unidos el futuro del régimen político vigente en Cuba?
El destino del régimen cubano está en las manos del pueblo cubano. Nos oponemos a cualquier intervención norteamericana en la política de Cuba. Creemos que el pueblo cubano desea lo mismo que la clase trabajadora y humilde estadunidense: una sociedad pacífica con democracia económica que dé oportunidades para desarrollar el potencial de cada uno. Creemos que hay mucho más que aprender del pueblo cubano (su deseo de igualdad, su valentía al afrontar el bloqueo y su compromiso con un mundo mejor a través de su cooperación médica) que de cualquiera de sus líderes.
¿Qué valoración hace de la llamada revolución bolivariana en Venezuela y del papel jugado por el presidente de aquella república, Hugo Chávez Frías, en la misma?
Una característica muy inspiradora de la revolución bolivariana es la capacidad del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de abrirse paso en el terreno electoral. Venezuela tuvo antes un sistema bipartidista muy parecido al nuestro. La fuerza de sus raíces democráticas permitió que la izquierda pudiese abrir el sistema electoral cerrado. Esto nos da esperanza para el futuro de los Estados Unidos.
¿Cómo juzga usted el sistema electoral norteamericano desde un partido como el suyo, con tan escasas posibilidades de acceder a la Casa Blanca?
El proceso electoral es un juego amañado en EE.UU. El dinero manda en casi todos los niveles del proceso. Algo tan simple como el acceso a la votación se convierte en un gran reto. Un tercer partido tendría que gastar millones sólo para poder estar presente en todas las votaciones del país. La mayoría de las leyes están diseñadas para mantener el sistema bipartidista estancado. Nosotros nos centramos en extender nuestro mensaje de socialismo democrático por el país. Incluso una campaña pequeña puede atraer la atención mediática. Esto permite que los estadounidenses vean y oigan a un candidato socialista, a menudo por vez primera. Tenemos la esperanza en expandir el espectro político del país para ofrecer al pueblo un proyecto claro de socialismo democrático.
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