EL CORAZÓN SOCIALISTA DE CHACÓN Y PÉREZ RUBALCABA

Félix Población

El mes que viene se celebrará el trigésimo octavo congreso del Partido Socialista. Tiene lugar después de la más dura derrota electoral sufrida por el PSOE en las últimas décadas. Dado que el resultado del pasado 20 de noviembre fue mucho peor de lo esperado, quien lideró la candidatura socialista a la presidencia del Gobierno no debería figurar como candidato a la secretaría general del partido, aunque siempre se le reconocerá a Pérez Rubalcaba su meritoria labor en la lucha contra ETA. Él fue quien, como ministro del Interior, llevó a la organización armada vasca al punto final de su sangrienta trayectoria.

Tampoco la ex ministra de Defensa, Carme Chacón -con muchos menos méritos que Rubalcaba en su currículum-, debería haberse presentado como candidata para liderar el Partido Socialista Obrero Español en el que debería ser un nuevo proyecto con objeto de recuperar los votos y las simpatías perdidas a lo largo de la segunda legislatura de Rodríguez Zapatero. Ni ella ni su compañero, por haber formado parte de los gobiernos de ZP que tan rotundamente fueron derrotados en las urnas, son los políticos más adecuados para hacer creíble unos derroteros renovadores a partir del próximo congreso.

Pienso que aunque solo fuera por estética, esto es, por cuidar las formas, un partido político que mantuviera algo de pulso vital por renovarse después de haber decepcionado y engañado de modo tan flagrante a más de tres millones de votantes, debería haber intentado encontrar caras nuevas para su liderazgo o, al menos, que las nuevas concurriesen con las viejas para dar mayor credibilidad a lo que las viejas pregonan y no casa con su última trayectoria política.

El PSOE cuenta con algo más de doscientos mil militantes, de los que casi el 49 por ciento tiene una edad comprendida entre lo 46 y los 65 años, franja en la que se encuentran los dos citados aspirantes a la secretaría general. Los militantes menores de 30 años apenas superan el 6 por ciento, mientras que los comprendidos entre 31 y 45 años, así como los mayores de 65, se reparten un porcentaje equiparable.

Llama la atención, con estos datos, que el número de jóvenes apenas rebase los catorce mil y que ninguna otra franja de edad, salvo la mayoritaria, tenga un candidato con posibilidad de acceder a la secretaría general. Esto denota una acomodaticia conformidad por parte de las bases, capaces de aceptar por única y digna de escucha la palabrería hueca de Chacón y Rubalcaba convocando a un disco rayado y atiborrado de tópicos.

Necesitamos lo mejor de los clásicos y de los innovadores, dice una. No es un congreso entre Alfredo y Carmen, es vuestro, afirma el otro. ¿Quién se puede creer a estas alturas, como asegura don Alfredo, que prefiere llegar a la razón antes que al corazón, porque el vuestro y el mío laten al mismo ritmo, que es socialista? Rubalcaba debería saber que sin ideas no se mueven los corazones políticos y hace mucho que el PSOE dejó morir las que únicamente mantiene en sus siglas.