Félix Población
Es posible que María Dolores de Cospedal tenga razón en eso de que ahora que se avecinan las elecciones el PSOE, después de hacer la pelota a los bancos y a las grandes fortunas, recurre a la demagogia de ricos y pobres, pero no es ella la persona más indicada para hacerlo puesto que se encuentra entre los ciudadanos privilegiados. No olvidemos que la secretaria general del PP ganó las elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha con unos haberes que según su declaración de la renta, patrimonio y actividades duplican los de su adversario en las urnas y triplican los del jefe del Gobierno.
Hasta ahora no sabemos si la actual presidente de esa comunidad, que pretende aplicar un plan de ajuste consistente en la reducción de un 20 por ciento de presupuesto para 2.012, se ha tenido en cuenta a la hora de la rebaja en el gasto, tal como pretende hacer reduciendo en 15.000 los puestos de empleados públicos, de los que el grueso corresponde a educación y sanidad. No creemos que a ella le afecte para nada ese monto de ahorro de 1.815 millones de euros que trata de conseguir con su plan.
No, mi muy señora Lola, los socialistas podrán decir lo que quieran y aplicarlo demagógicamente a sus fines, pero en España hay ocho millones de ciudadanos que viven en la pobreza, lo que representa un total de 2.150.000 hogares, de lo cuales casi la mitad sufren pobreza rigurosa -severa la llaman las estadísticas- y medio millón pobreza extrema. Por otra parte, el número de potentados o españoles que viven en la opulencia se cifra en 143.000, de los cuales sólo 7.000 declaran más de 700.000 euros, por lo que cada año -según nos recordaba Jesús Maraña en su artículo de ayer- se esfuman los 136.000 millones que le correspondería recaudar a Hacienda.
Usted sabe, mi muy señora Lola de peineta y mantilla, que el fraude fiscal en este país nuestro representa el 23 por ciento del PIB, esto es, unos 240.000 millones de euros, diez puntos más del que se registra como media en los países de la Unión Europea. Bastaría igualarnos con esa media para recaudar 100.000 millones de euros y evitar así los recortes sociales que tanto el PSOE en el Gobierno como el PP en las comunidades autónomas que administra están aplicando.
No, María Dolores de Cospedal García, no nos hable de demagogia, ni siquiera para utilizar dicho término como flagelo contra sus adversarios políticos, porque los datos apuntados responden a una realidad incuestionable y dura, y estoy convencido de que ni usted -con sus emolumentos, rentas y patrimonio- ni su partido, con un programa electoral que esconde en la sombra, son los más indicados para resolver que a esos ocho millones de españoles pobres les llegue algo de los 136.000 millones de euros que 136.000 ricos sisan al Estado cada año. Más que nada porque cabe suponer a qué partido votan todos esos patriotas.
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