Félix Población
Todo parece indicar que después del derechazo impulsado por su jefe Rodríguez Zapatero a la política económica, el candidato del Partido Socialista a la Presidencia del Gobierno amaga con girar a la izquierda para así tratar de recuperar al menos una parte del electorado perdido en los últimos comicios municipales y autonómicos.
Alfredo P. Rubalcaba quizá siga creyendo que a las masas se las puede reconducir y conformar con promesas y campañas electorales más o menos vistosas y estimulantes. Que basta con su carisma como eficiente ministro del Interior, la más que previsible derrota de ETA durante su gestión y una serie de proposiciones del estilo de la que apuntó esta semana para ganar puntos entre la ciudadanía.
Refiriéndose al más grave problema que tiene este país, el paro, Rubalcaba dijo hace unas fechas en Santiago de Compostela que su esfuerzo se centrará en explicar a la gente que sabe lo que hay que hacer para crear empleo. Lo sé -afirmó- y tengo las propuestas para hacerlo". Según el vicepresidente primero, ese plan formaría parte de un programa electoral creíble y ejecutable con medidas que todo el mundo pueda ver que se llevan a la práctica, pero del que no adelantó ni una sola clave.
Tal formulación me ha recordado la respuesta que Mariano Rajoy dio en un programa de televisión moderado por un aliado de su partido, Pedro J. Ramírez, a la pregunta de una ciudadana interesada en saber lo que el líder del PP haría para solucionar el desempleo juvenil. Rajoy hizo el mayor de los ridículos, pese a la ayuda que intentó prestarle el periodista, al no tener otra contestación que la de no entender su propia letra en el papelillo que manejaba para hacer frente a la cuestión, como si su capacidad para solventar el mayor problema del país dependiera únicamente de saber leer la chuletilla que había llevado consigo.
Tenemos, por lo tanto, a un candidato a La Moncloa, Rubalcaba, que sabe lo que hay que hacer para resolver el problema del paro, pero no se lo ha participado al Gobierno del que forma parte y carga con esa tara, y a otro candidato, Rajoy, que no se le nota muy capaz de aprobar ese examen, pues no entiende la letra de su chuletilla de colegial tramposo para dar una contestación satisfactoria al respecto.
Tan desolador se presenta el horizonte del bipartidismo para los casi cinco millones de parados con derecho al voto en las próximas elecciones generales.
+@¿Hay indignados en Marinaleda? (Diario del Aire).
LA COPLA DEL CIUDADANO
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