Félix Población
La decisión ayer a muy última hora del Tribunal Constitucional de que la coalición abertzale Bildu pueda concurrir a las próximas elecciones municipales y forales en el País Vasco y Navarra, se dejó notar visiblemente en la tensa actitud, demagógica y gritona, de esa mujer de rojo que tanto pesa en la cabecera del Partido Popular. Rita Barberá, la alcaldesa de Valencia, ha culpado al Gobierno de lo que ha determinado un tribunal de justicia por una apretada mayoría de 6 votos contra 5, después de que 9 de los 16 magistrados del Tribunal Supremo anularan las 254 candidaturas de la citada coalición por ligarlas a ETA y a Batasuna.
El fallo del Tribunal Constitucional, que afectará a un 6 por ciento de los electores de las citadas comunidades autónomas, deja en mera hipótesis lo que para 7 magistrados nunca fue una prueba suficientemente contrastada para negar a Bildu su acceso a las urnas. Asimismo valora positivamente la actitud de la izquierda abertzale, expresada reiteradamente en sus declaraciones oficiales, de rechazar la violencia y optar de manera clara y definida por los cauces políticos democráticos, lo que sin duda puede repercutir en un futuro inmediato en el definitivo desarme de ETA como organización terrorista.
En este sentido hay que tener en cuenta que la izquierda abertzale que se ha desmarcado de la violencia y accede con Bildu a las urnas, lo hace en compañía de dos partidos perfectamente legales, Eusko Alkartasuna y Alternatiba (escisión de Ezker Batua), cuya solvencia democrática es irrebatible. Muy posiblemente esto haya influido decisivamente para que la cuestión se haya resuelto jurídicamente tal como ha ocurrido y las próximas elecciones no hayan corrido el riesgo de ser anuladas por un tribunal europeo, con el consiguiente perjuicio para nuestro país que esto supondría
Es de temer, tal como ha reaccionado la crispada Barberá, que la campaña electoral de su partido -empeñado en hacer de ETA y con ETA un sucio y pertinaz argumento para cosechar votos- quede marcada por la decisión tomada ayer por el Tribunal Constitucional, argumentando como hizo doña Rita que los terroristas se nos vuelven a colar en las instituciones.
Pero si el PP va a basar sus mítines en el errado y falaz principio de que ETA ha burlado a la justicia con ayuda del Gobierno, lo que delatará con ello -dado el carácter de primarias que con vista a las generales concede a estos comicios- es su fundado temor electoral a que ETA pueda ser un mal recuerdo en 2012, gracias al Gobierno PSOE que desarmó a la banda. Quiero creer que esto último se conseguirá no solo por la eficiente labor desarrollada en este sentido por el Ministerio del Interior, sino a decisiones como la tomada ayer por el Tribunal Constitucional y que tan mal ha encajado doña Rita.
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