martes, 3 de mayo de 2011

ASESINATO DE BIN LADEN: NO EN MI NOMBRE


Félix Población

El Presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha apresurado a felicitar a su colega Barak Obama por el asesinato de Osama Bin Laden, acción ejecutada por comandos especiales de Estados Unidos en una localidad pakistaní donde, desde el pasado mes de agosto, había sido localizado el líder de Al Qaeda.

Obviamente, y en correspondencia con la catadura mediática de la víctima, la calificación de asesinato ha sido eliminada de los titulares e informaciones relativas al hecho, pese a ser la que corresponde cuando un Estado acaba con la vida de una persona que no ha sido juzgada ni procesada por los delitos que se le imputan, por mucha y muy grave que sea la entidad de los mismos.

No es como para sentirse satisfecho de nuestra civilización ni de nuestra cultura democrática comprobar que, una vez consumado el crimen y arrojada al mar la víctima, la sociedad estadounidense estalla de alegría, por muy sensibilizada que esté su memoria con la masacre del 11-S. Tampoco me parece muy alentador que el asesinato de Bin Laden sea estimado como el mayor logro político de Barak Obama, Premio Nobel de la Paz, asegurándole previsiblemente su reelección en los próximos comicios.

Según varias fuentes oficiales, era un objetivo de los comandos especiales acabar con la vida de Osama Bin Laden y no capturarlo vivo, algo que podría haber sido factible si -como se asegura- su paradero estaba localizado desde hace casi nueve meses. Esto, además, habría sido decisivo para dilucidar en qué consiste esa extraña organización llamada Al Qaeda, cuya difusa identidad está costando la reclusión de cientos de presos sin culpa en el penal de Guantánamo que mantiene en la isla de Cuba todo un Nobel de la Paz, al margen de la Convención de Ginebra y la Declaración de Derechos Humanos.

No debería Rodríguez Zapatero felicitar a Barak Obama, Premio Nobel de la Paz, por el asesinato de un ser humano, por muy abominable que sea la personalidad y ejecutoria de Osama Bin Laden. Ni en nombre del Estado que representa, que debe condenar siempre el terrorismo de Estado, ni mucho menos en nombre de la sociedad española entre la que me cuento.

Nota: La fotografía ilustra el momento del asesinato transmitido a la Casa Blanca. Formará parte del guión de un próximo film de éxito de la industria cinematográfica norteamericana.

+@¿Fin Laden?
+@Sobre el 11-S: "Jefe Atta", libro prohibido en USA.
+@USA temía la revelaciones de Bin Laden en un juicio.
+@Los enigmas ocultos del 11-S.
+@La gran farsa del 11-S.

3 comentarios:

Jacint dijo...

Totalmente de acuerdo. La "justicia" del salvaje oeste sólo puede encender -antes o después- más odio y más violencia.

Anónimo dijo...

y AHORA TOCA GADAFI.

Anónimo dijo...

Puede que el terrorismo haya conseguido sus fines: hacer que los Estados lo combatan con las mismas armas.

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