miércoles, 16 de marzo de 2011

QUE ANA PASTOR ENTREVISTE A NETANYAHU COMO A AHMADINEYAD



Félix Población

Ana Pastor, directora y presentadora del programa Los desayunos de TVE, hizo una buena e incómoda entrevista al presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, en la que planteó cuestiones relacionadas con la vulneración de los derechos humanos en aquel país y replicó como se merecía a las repreguntas de su entrevistado, que trataba de soslayar así las respuestas requeridas.

La periodista de TVE se caracteriza por sus incisivas interviús, aunque haya quienes le reprochan que la mordiente de sus cuestionarios se desborda sobre todo cuando frente a ella se sienta un político del Partido Popular. Fue noticia en su día la interviú a Esperanza Aguirre, algo que la caverna mediática no le perdona y ha recordado ahora con motivo de la entrevista al presidente iraní.

Habiendo sido periodísticamente excelente la interviú con Ahmadineyad, lo que ha primado en la información sobre la misma que han ofrecido los medios ha sido la anécdota del hiyab, el pañuelo que sobre su morena cabellera lucía Ana -tal como dispone el protocolo islámico-, y que al término de la charla acabó por deslizarse hasta sus hombros y descubrir la cabeza de la periodista sin que su entrevistado se inmutara.

Lamento que sus colegas hayan resaltado esa simpleza cuando lo de verdad reseñable fue el magnífico trabajo de Ana. No sé hacer entrevistas de otra manera, afirmó al referirse a lo inusual que resulta una interviú como la suya, tan directa e incisiva, sobre todo cuando se tiene delante al presidente de un país. (¿A que les cuesta recordar una sola de similares características?).

Nada me gustaría más, como periodista, que creer y comprobar el aserto de la directora de Los desayunos de TVE. Para eso me bastaría que, una vez demostradas sus dotes con quien es hoy en día unos de los Malos del Eje, sus próximos protagonistas en esa línea fueran -por poner sólo un par de ellos- el rey de Marruecos o el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Ambos también tendrían que contestar a unas cuantas preguntas sobre la vulneración de los derechos humanos en los terriotorios de los que se han apropiado sus Estados.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Debería ser una obligación profesional para Ana cumplir con ese reto.

Anónimo dijo...

En mi opinión:
Esta señora hizo una entrevista bastante pobre, a la vez que un show muy entretenido.
No supo incidir en ningún tema para obtener respuestas claras de su interlocutor. Si dice que no sabe entrevistar de otro modo, entonces no es la profesional que dicen que es.
Fue atrevida, pero no valiente, puesto que tras su papel de pseudoactivista de los derechos humanos, y con la opinión pública occidental como respaldo coge e incumple la ley del país quitándose el velo, pero que parezca que es un accidente, que así queda más digno.
Fue cobarde, no hizo una defensa de la libertad de la mujer, se aprovechó de hacer ella lo que las demás del país no pueden para explotando eso lanzar su carrera muy por encima de lo que cualquier otra cosa,que no fuera el dichoso velo, lo habría hecho.

Por último comentar:
Yo, que soy homosexual(por poner una etiqueta, pues no creo en ellas, pero parece que a la gente le gusta, lo indefinido les pone nerviosos), que considero abominable la situación política iraní(no sólo ahora, desde que los ingleses y americanos(principalmente, pero no sólo)desestabilizaron la región durante los últimos 100 años colocando regímenes tiránicos en el poder), que detesto a Ahmadineyad, no puedo estar menos de acuerdo con el que con Ana Pastor, más bien al contrario. Por ello he decir que esta señora le ha hecho un flaco favor a los DDHH, a las mujeres, a los homosexuales,a Irán, a Libia y a España, sin embargo, si que ha ayudado mucho a su cuenta corriente.

Anónimo dijo...

Yo también creo que lo del pañuelo fue poco meoso que previsto, por ver si el prsidente llamaba al orden y así tener un accidente más para que la entrevista fuera noticia. En todo caso lo fue por un accidente más que por el carácter incisivo de la misma.

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