viernes, 25 de marzo de 2011

LA SOMBRA DE LIBIA Y LA AMBICIÓN POLÍTICA DE CARME CHACÓN


Félix Población

¿Alguien se acuerda del Presidente del Gobierno más culto que tuvo este país? Fue muy corta y discreta su estancia en La Moncloa. Accedió, además, después de la fecha más vergonzosa que se registra en la historia reciente de España, el 23-F. Me estoy refiriendo, claro está, a Leopoldo Calvo Sotelo. Fue una brillante y efiméra excepción al lado de sus otros colegas.

Si hago mención hoy a él es por el riesgo que corre el Partido Socialista, a juzgar por los últimos diagnósticos, de que la actual ministra de Defensa, Carme Chacón, pueda aspirar a la sucesión de Zapatero, por encima del otro aspirante que por ahora domina en los pronósticos, Pérez Rubalcaba. Es como si, salvo con el excepcional don Leopoldo, la cultura no formara parte del currículo para llegar a la jefatura del Gobierno.

Conste que nada me encantaría más que un partido tomara, por fin, la decisión de situar a una mujer como candidata a La Moncloa. Es más, creo que sería muy estimulante y ejemplarizante para este país que fueran dos mujeres las que se repartieran esa posibilidad en representación de los dos partidos mayoritarios. Me temo que estamos muy lejos de tal objetivo. Sobre todo si las candidatas aportan además un currículo cultural notable, algo de lo que no disponen ni Chacón ni Cospedal.

A Carme Chacón, titular de Defensa, le ha salido con lo de la invasión de Lidia -llamemos a las cosas por su nombre- una sombra bastante consistente que puede oscurecer su futuro y sus ambiciones políticas. Porque las tiene y no las disimula, en círculos próximos a su partido se cree que la ministra ha puesto en marcha la estrategia de no lucir demasiado su figura ni sus intervenciones ante la prensa con motivo del conflicto libio.

Su gabinete de comunicación ha dado como pauta de convocatoria para todos los actos públicos que sólo asista la prensa gráfica, en evitación de las preguntas indiscretas que puedan plantear los periodistas. Así ocurrió el martes tras la sesión en el Congreso, donde se votó la participación militar de España en Libia, y ayer jueves en otros dos eventos. En cuanto a las dos entrevistas difundidas por TVE y Telecinco, los cuestionarios estaban pactados de antemano, según fuentes del PSOE.

Carme Chacón no quiere correr el riesgo de que el devenir libio pueda entorpecer sus aspiraciones de sucesora. Es lamentable que para allanar ese camino pretenda eludir la información y opinión en persona que los periodistas le demandan. Está entre sus mayores obligaciones hacerlo ante un conflicto que involucra a su país en una guerra.

No se puede entender, además, que la ministra haga esto por no contaminar su imagen con la sombra de esa guerra. ¿No quedamos en que el proceder armado de los aliados en apoyo de los rebeldes libios era humanitario y en pro de la democracia y la libertad? ¿Es esto o la cruda verdad de la codicia y el dominio por la fuerza de las armas lo que puede empañar la imagen de doña Carme?

+@No a la guerra.(Juan Torres López)

3 comentarios:

BABI dijo...

Temen a la verdad porque su camino hacia el poder se basa en lo contrario.

Anónimo dijo...

Es curioso que el problema palestino se vuelva a poner de actualidad con sangre, justo cuando lo de Libia. En el mundo global no se puede creer en las casualidades.

Lazarillo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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