lunes, 28 de febrero de 2011

EXBANQUERO Y OBISPO: ESTO ES ESPAÑA


Félix Población

El nombre de Cajasur saltó a las páginas de los periódicos hace menos de un año cuando el Banco de España ordenó su intervención, meses después de que el Consejo de Ministros impusiera a la entidad una sanción de 300.000 euros por una infracción muy grave de la normativa sobre prevención del blanqueo de capitales. Dicha intervención, en mayo del año pasado, supuso un coste de 2.300 millones de euros y la eliminación de 550 empleos.

Radicada en Córdoba, la citada entidad era catalogada así por José Luis Valenzuela: Cajasur no ha sido nunca una Caja de Ahorros en su estricto sentido. El antiguo Monte de Piedad que nació hace casi 150 años con carácter benefactor, sencillo y humanista, fue derivando desde su toma por el sacerdote Miguel Castillejo, en un monstruo acaparador de influencias sociales y económicas, con poder mediático propio (socio del Diario “Córdoba” o la COPE), aliado natural de las políticas conservadoras, factotum religioso y fuerte defensor del concepto integrista de la familia, impulsor de grandes empresas del ladrillo y muñidor de todo un entramado de influencias en Córdoba y fuera de ella. En definitiva, Cajasur ha sido hasta el viernes de su intervención, todo un lobby y un poder fáctico de inmenso alcance.

Todos esos méritos habrán concurrido sin duda para que quien presidía Cajasur en el momento de la intervención, el sacerdote Santiago Gómez Sierra, haya sido nombrado recientemente obispo auxiliar de Sevilla. El acto tuvo lugar en una ceremonia celebrada en la catedral hispalense, bajo la presidencia del arzobispo de aquella diócesis, monseñor Juan José Asenjo, y a la que asistió buen número de prelados.

Lamento no contar con todo el texto de la homilía pronunciada para la ocasión por ex presidente de Cajasur, pero conviene contrastar algunos fragmentos de la misma referidos a la necesidad de la evangelización como respuesta a la superficialidad e indiferencia religiosa en unos tiempos que no son fáciles para la Iglesia, con las características de la entidad financiera que presidía y que glosó en su día Valenzuela en su columna:

El poder de Castillejo procedía del Concordato de 1979 entre España y la Santa Sede, que daba a Cajasur el estatus especial de obra dependiente de la Iglesia católica, manteniéndola al margen de las decisiones de los gobiernos. Luego, vino el espaldarazo final de mano de José María Aznar. El ex presidente del Gobierno aprobó en el Consejo de Ministros una Ley de Órganos Rectores de las Cajas de Ahorro (Lorca) donde se consolidaba el poder autónomo de la entidad y su singularidad específica. Cajasur quedaba blindada, se convirtió en un oasis en el reino de las cajas españolas.

Todo lo cual hace que a la hora de buscar la más oportuna cita evangélica que sirva de acotación al nombramiento de monseñor Gómez, y que éste por supuesto no tuvo en cuenta cuando se refirió a la necesidad de evangelización, nos acordemos una vez más de la que dice: Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes, y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas, y a los que vendían palomas les dijo: “Quitad esto de aquí, no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre".(Jn 2, 13-25)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antes eran obispos y mártires.

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