lunes, 17 de enero de 2011

TÚNEZ, WIKILEAKS Y LA REVOLUCIÓN EN FACEBOOK


Félix Población

Se llamaba Mohamed Bouazizi, había estudiado informática y como no tenía trabajo se dedicaba a vender fruta en un puesto callejero que un día la policía desmanteló. Mohamed se prendió fuego en señal de protesta e incendió a todo un país que hasta ese momento parecía apegado a una adormecida mansedumbre.

Un centenar de muertos en la calles, tras la diversificación de distintos focos de protesta en todo el territorio, forzó la huida del dictador más camuflado por el Banco Mundial. Se llamaba Ben Alí y los documentos secretos del Departamento de Estado USA filtrados por Wikileaks habían dado semanas atrás una versión clara de lo que significaba su gobierno corrupto: Túnez es un estado policial -se decía-, con escasa libertad de expresión o asociación, y con serios problemas de derechos humanos, por lo que los riesgos de estabilidad para aquel régimen son crecientes.

El potentado escritor MarioVargas, en un artículo publicado ayer en los diarios El País, Der Spiegel, Le Monde, The Guardian y The New York Times, se refería a las informaciones aportadas por Wikileaks en los siguientes términos: Lo que prevalece en ellas es sobre todo una chismografía destinada a saciar la frivolidad que, bajo el respetable membrete de la transparencia, es en verdad el entronizado derecho de todos a saber de todo: que no haya secretos y reservas que puedan contrariar la curiosidad de alguien…caiga quien caiga y perdamos en el camino lo que perdamos. Ese supuesto derecho es parte de la actual imbecilización social. Para Vargas Llosa, el propósito de Julian Assange es satisfacer simplemente una curiosidad morbosa y malsana.

Hasta Wikileaks, tanto la Unión Europea como Estados Unidos, junto a los medios de comunicación y nuestras agencias turísticas, habían hecho todo lo posible por identificar a Túnez como un país casi más europeo que árabe, según recuerda hoy Santiago Alba, más rico que pobre y en feliz transición hacía la órbita del mercado capitalista. No olvidemos al respecto lo que sostenía un informe del Banco Mundial hace apenas nueve meses: Túnez ejemplo en África, Túnez mejoró su competitividad y duplicó las exportaciones en el transcurso de 10 años, Túnez aceleró el crecimiento económico con la ayuda de una serie de préstamos para políticas de desarrollo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), Túnez deberá seguir impulsando la inversión privada y aumentando la productividad para crecer entre 6% y 7% y reducir el desempleo.

Recuerda Alba en su artículo que en 2005 se celebró en Túnez una Copa de África, un Mundial de Balonmano y una insólita Cumbre de la Información durante la que se ocultó al mundo una huelga de hambre de jueces y abogados y se detuvo a periodistas y blogueros, y que ese mismo año el balance informativo sobre ese país y Cuba en los medios de información españoles fue tal que así: El País publicó 618 noticias relacionadas con Cuba, donde no pasaba nada, y 199 sobre Túnez, todas sobre el turismo o el mundial de balonmano; El Mundo, en esas mismas fechas, registró 5162 entradas sobre Cuba, país donde no pasaba nada, y sólo 658 sobre Túnez, casi todas sobre el mundial de balonmano; y ABC tendió 400 veces la mirada hacia Cuba, país donde no pasaba nada, mientras sólo mencionaba a Túnez 99 veces, 55 de ellas en relación con el mundial de balonmano. El 10 de marzo de ese mismo año una rápida búsqueda en Google entregaba 750 enlaces sobre el reparto del gobierno cubano de las famosas ollas arroceras y sólo tres (dos de Amnistía Internacional) sobre la huelga de hambre y la tortura a presos en Túnez.

Tareck Chaabouni, uno de los dos diputados que el partido de oposición Ettajdid tiene en el Parlamento tunecino, decía anteayer que la caída del dictador Ben AlÍ había sido fruto de la revolución de Facebook. Las redes sociales, los blogs y las webs críticas habían sido los propulsores de la oleada de resistencia que se gestó entre la población para informar y denunciar los abusos y la represión del régimen desde el pasado 17 de diciembre, frente a la conformidad silenciosa y el sometimiento a la propaganda oficial de los medios de comunicación convencionales. En este sentido no es un dato baladí que Túnez tenga la tasa de conectividad a Internet más alta del norte de África.

Hoy leemos que el apoyo a la revuelta tunecina se ha extendido a otros países árabes: Jordania, Libia, Gaza…Las informaciones nos llegan a través de las redes sociales. En Argelia, un hombre de 37 años se quemó ayer a lo bonzo en la región de Tebessa, cerca de la frontera con Túnez, para protestar por la falta de empleo, lo mismo que hizo el informático Mohamed Bouazizi hace un mes cuando le dejaron sin su puesto de frutas y acabó, a la postre, con un dictador afín al Banco Mundial y al que Mario Vargas nunca tuvo en cuenta por su carencia de curiosidad morbosa y malsana.

+Anonymus en Tunicia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://noalossueldosdelospoliticos.blogspot.com/

parece que la gente comienza a movilizarse y a tomar CONCIENCIA, con petición de firmas para anular privilegios, sueldos y prebendas de los polticos. Soplan aires de Libertad, Justicia y Solidaridad.

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