Félix Población
Yo no sé si a España le ocurrirá lo que a Grecia e Irlanda y si lo que hará el Presidente del Gobierno el sábado tendrá alguna consecuencia positiva, pero lo que más me ha llamado la atención de su convocatoria es que su reunión en La Moncloa con los representantes de las treinta mayores empresas del país esté dominada por las corbatas. Todos los concurrentes serán hombres, a menos que Rodríguez Zapatero, en última instancia, y para hacer juego con la representación femenina que tanto cuida en sus consejos de ministros, decida aliviar tanta masculinidad junta y considere que también las mujeres directivas tienen algo que aportar para acelerar la recuperación económica.
Ana Bujaldón, presidenta de la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE), ha sido muy explícita al adelantar una valoración de la varonil fotografía que aparecerá en los diarios con motivo de la citada reunión. Para ella es sorprendente que en pleno siglo XXI no se cuente con el 50 por ciento de la población cuando el liderazgo femenino puede aportar y contribuir de forma relevante a buscar una solución a la crisis económica. Anota a este respecto que la presencia de la mujer en las empresas del IBEX no llega al 9 por ciento y que las nuevas incorporaciones llegan a esos puestos de dirección por vínculos familiares.
La cita masculina y empresarial de La Moncloa coincide casi con la concesión del Premio Cervantes a la escritora Ana María Matute, que gracias a su obra y a su longevidad ha podido llegar a que así fuera tras casi veinte años de repetida distinción a sus colegas masculinos. El galardón más importante de las letras hispánicas, con un total ya de 35 ediciones, sólo lo recibieron hasta la fecha tres mujeres, tres: Matute ahora, María Zambrano en 1988 y Dulce María Loynaz en 1992.
Cinco son las mujeres que se sientan actualmente en Real Academia de la Lengua: Ana María Matute, la historiadora Carmen Iglesias, la científica Margarita Salas, la filóloga Inés Fernández Ordóñez y la escritora Soledad Puértolas, recién nombrada. El resto de sillones (35) los ocupan las corbatas, dominadoras absolutas de la docta institución hasta que en 1978, casi tres siglos después de la fundación de la RAE, Carmen Conde accediera a la misma.
Creo que nuestro mundo, tal como anda y tal como está representado por quienes mandan en su destino, bien merecería la oportunidad y el derecho de que la otra mitad de sus pobladores tuviera al menos un papel proporcional para dirigirlo. Hacerlo peor, tal como han querido los hombres, es probablemente imposible. Me consta, además -como a muchos hombres de mi generación-, que mi madre y muchas otras madres fueron sabias administradoras de sus casas en tiempos muy adversos.
+"Mi vida no es normal porque mi padre mató a mi madre".
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