viernes, 22 de octubre de 2010

CÉSAR FALCÓN Y EL ATENTADO CONTRA AZAÑA


Félix Población

El pasado martes se presentó en el Ateneo de Madrid una edición facsímile del libro Madrid (1938), de César Falcón, una crónica veraz y militante de la intrahistoria madrileña durante el primer año de la Guerra Civil (Editorial Hacer). Se trata, en palabras de Buero Vallejo -que vivió aquel Madrid-, de un texto lleno de vigor que, a pesar de algunos desaliños propios de una redacción de urgencia, muestra un poderoso aliento épico y una imagen fidelísima de la realidad.

Con ser en todo momento interesante la lectura del libro, hay en la primera parte del mismo -antes del golpe de Estado que dio lugar al conflicto- una puntual reseña del clima de provocación que desde la derecha reaccionaria se trató de instalar en la capital del Estado y que llama la atención por las noticiosa descripción a pie de calle de algunos hechos.

Antes de los asesinatos del teniente republicano Castillo y el diputado conservador Calvo Sotelo, que precedieronen en días al golpe fascista, Madrid soportó en los meses previos el asesinato de obreros por parte de la reacción, un complot militar en un regimiento de Alcalá de Henares, el asesinato del capitán Faraudo y sendos intentos de atentado contra Dolores Ibarruri y el propio presidente de la República, don Manuel Azaña.

Todos los días ha habido un pequeño combate, escribe Falcón. El fascismo ataca cada vez con mayor audacia. Acaba de celebrarse en el paseo de la Castellana la fiesta de la República. Cuando desfilaba el Ejército, un oficial de la Guardia Civil ha intentado disparar contra el Presidente Azaña. La escena ha sido muy rápida; cientos de trabajadores estaban alerta. El intento no ha tenido más consecuencia que la muerte del agresor.

El peruano César Falcón Garfías (1892-1970) fue un buen novelista, periodista y autor de teatro, diputado por Málaga, director de Mundo Obrero, corresponsal del diario El Sol en Londres y París, y forjador del Teatro Proletario. No busquen muchos más datos sobre él. Así como sobre el poeta García Lorca y su compañía teatral La Barraca abunda todo tipo de información y ensalzamiento, a Falcón lo ha devorado el velo falaz del olvido, según expresión del mismo Buero Vallejo, un velo que se prolonga hasta nuestros días, pese a esa crónica magnífica, precisa y cálida a la vez, de aquel Madrid que se adelantó como ejemplo de lucha a todas las capitales de Europa que luego serían dominadas por el fascismo, tal como predijo -si caía Madrid- el propio César Falcón.

+Prólogo de Lidia Falcón, hija del escritor.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

lOS PERIÓDICOS APENAS INFORMARON DE ESTE HECHO, ES UNO MAÁS ENTRE LOS OLVIDOS DE LA HISTORIA REPUBLICANA, SECUESTRADA A LAS JÓVENES GENERACIONES.

torresdesegre dijo...

Gracias Felix por esta información que contribuye a rescatar del olvido nuestra historia, tan reciente

Anónimo dijo...

César Falcón era comunista.

Anónimo dijo...

Eso facilita el olvido en nuestro tiempos.

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