jueves, 16 de septiembre de 2010

LA FIESTA/FARSA DE LOS JUECES, BOADELLA Y DRAGÓ


Félix Población

Hace unas fechas presencié en Los Teatros del Canal de Madrid un buen espectáculo. Se trata de La fiesta de los jueces, una adaptación que Ernesto Caballero hizo de la obra de Heinrich von Kleist El cántaro roto.

Bien dirigido por el propio Caballero y notablemente interpretado por los actores y actrices participantes, sólo pondría un reparo, que es el nivel crítico/satírico del libreto, demasiado blando y fácil para lo que en torno a la politización de la justicia y la corrupción política está cayendo en España. Creo que Caballero, cuya magnífica carrera teatral es bien conocida y valorada, ha desaprovechado una gran oportunidad de ir más a fondo con un espectáculo que se prometía mucho más cáustico de lo que resulta. En este sentido creo que el título suaviza también lo que debería ser, más que fiesta, farsa de los jueces.

A la hora de buscar razones, me pregunto si una de ellas puede ser la personalidad política del director de Los Teatro del Canal, Albert Boadella, y la dependencia que en lo tocante a estrenar obras del carácter de la referida puede existir con su empresaria/jefa, la lideresa Aguirre. Con La fiesta de los jueces parece como si Boadella quisiera apostar por un teatro político, quizá para hacer creer que su independencia crítica está fuera de duda pese a su cargo institucional, pero tal objetivo se queda muy por debajo de lo previsto cuando se advierten las limitaciones que Ernesto Caballero ha impuesto a su libreto. ¿Se imaginan los teatreros más veteranos a Ernesto haciendo lo mismo en Producciones Marginales?

Creo que que tanto uno y otro hombre de teatro han adaptado su ingenio y capacidad crítica a las nuevas y cómodas condiciones institucionales en que desarrollan su trabajo. Por mucho que me decepcione esto, me parece legítimo por su parte optar por esa alternativa . Lo que no me gusta es pretender aparentar una postura de independencia crítica que, en el caso de La fiesta de los jueces, ha quedado muy por debajo de sus posibilidades a pesar de contar con una dirección escénica y un elenco actoral formidables.

Leo que Boadella se ha unido a Sánchez Dragó y ha escrito un libro que se titula Dios los cría...y ellos hablan de sexo, drogas, España, corrupción, en cuya portada aparecen ambos en actitud de supuestos pillastres asomando por una tapia. Los dos han comparecido en un encuentro digital propiciado por el diario El Mundo y han pretendido estar graciosos, pero se nota cada vez más que les falta la mordiente que les quita sus afanes y logros de acomodamiento.

Lo que más me ha espantado de la cita digital ha sido una frase del fundador de Joglars sobre la imposibilidad de una nueva guerra civil. No habrá tal porque la generación que hizo la guerra civil se movía por ideas –dijo-, cosa que ahora no sucede. Sépanlo ustedes: si las ideas matan, ya me dirán qué porvenir le espera a Los Teatros del Canal.

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