jueves, 9 de septiembre de 2010

EL MODELO CUBANO Y EL CANSANCIO HISTÓRICO DE LA ISLA


Lazarillo

A primeras horas de la noche de ayer, y cuando la noticia no había aparecido todavía en varios de los más importantes periódicos de nuestro país, me sorprendió sobremanera leer en uno de ellos el que puede ser uno de los titulares del año sin ningún género de dudas. Fidel Castro, máximo líder de la revolución cubana, afirmaba en una larga entrevista publicada por la revista The Atlantic: El modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros.

La interviú había tenido lugar en La Habana, la semana pasada, y la firmaba el periodista Jeffrey Goldberg, que había contado para su intensa y extensa conversación con Castro con el asesoramiento de Julia Sweig -experta norteamericana en asuntos políticos relacionados con Cuba-, que de inmediato hizo constar al periodista que tal aserto no suponía que Castro renegara de las ideas que sustentaron la revolución, sino que posiblemente lo que Fidel pretendió proyectar en la opinión pública fue la creación de un espacio para que el presidente del país, su hermano Raúl Castro, pudiese poner en marcha las reformas necesarias sin que se dé una posible resistencia a las mismas por parte de los sectores más inmovilistas del régimen.

Estas últimas declaraciones del líder cubano son sin duda las más noticiosas de las que en el transcurso de la última semana ha venido haciendo y que también fueron motivo de relevancia en los medios internacionales. Primero Castro reconoció -en un entrevista publicada en el diario mexicano La Jornada- su responsabilidad política en la persecución de los homosexuales y la gran injusticia que comportó la homofobia durante el proceso revolucionario. Después, en la primera parte de la entrevista con Goldberg, Fidel criticó al presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, por sus declaraciones antisemitas, y le pidió que "deje de difamar a los judíos" y que trate de entender por qué los israelíes temen por su existencia. Como es bien sabido, Castro viene insistiendo desde hace meses en el riesgo de una guerra nuclear cuyo epicentro geopolítico estaría en Oriente Medio.

En relación con el titular que abre hoy las portadas de los principales periódicos, me gustaría traer a colación la interviú que leí hace unos días en Sin Permiso con el escritor cubano Leonardo Padura, autor de El hombre que amaba a los perros, y en la que afirmaba que Cuba vive un cansancio histórico. "Hay un problema fundamental en Cuba del que yo hablo en mi novela La neblina del ayer (2005), y que se ha ido agudizando con los años: el cansancio histórico. Creo que Cuba es un país que vive un cansancio histórico. La gente está cansada de sentir o que se le diga que está viviendo un momento histórico y quiere vivir una normalidad. Esto ha generado además un desgaste moral bastante serio en la sociedad cubana.

Se refería a continuación Padura a Cuba como "un país donde la mayoría de las personas tiene que buscar alternativas de supervivencia en los márgenes o más allá de los márgenes de la legalidad y lo hacen con total desenfado, como una actividad absolutamente normal, es un problema serio. El propio gobierno –que es el empleador del 90 por ciento de los cubanos- ha reconocido que los salarios que les paga a sus asalariados son insuficientes para vivir, lo que es un reconocimiento a que las personas tienen que buscar alternativas de supervivencia. Y cuando alguien en Cuba, por ejemplo, espera poder resolver sus problemas con los 100 ó 200 dólares que les puede mandar un pariente desde Estados Unidos, México, España, o espera resolver los problemas haciendo un determinado negocio que está más allá de los márgenes de la legalidad, es una sociedad que tiene problemas. Y estos problemas tienen un costo social y moral que va a ser lo más difícil de poder superar en un futuro inmediato".

La interpretación de Julia Sweig sobre el titular que Fidel Castro hoy ha ofrecido al mundo puede ser la cierta. Si el modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros -según la afirmación de quien ha sido durante más de cuarenta años el máximo responsable de ese modelo- parece verosímil que otro modelo esté en puertas, tal como nos advirtió o creyó intuir la delegación del PSOE que estuvo recientemente en La Habana. En ese proceso de cambios subsistirían los valores más reconocidos de la revolución cubana, como la sanidad y la educación, según escribía Elena Valenciano en un artículo sobre las impresiones de su estancia, que incluyó una entrevista con Raúl Castro.

La Unión Europea tiene un importante papel que jugar para que esa evolución hacia mayores márgenes de libertad y crecimiento económico en la isla sea verificable. En esa perspectiva será condición básica, desde luego, que el injusto bloqueo que sufre Cuba por parte de Estados Unidos desde hace medio siglo toque por fin a su fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario