jueves, 15 de julio de 2010

PERIODISMO Y POLÍTICA: CADA VEZ MÁS SUCIOS


Lazarillo

De vez en cuando asoman a la actualidad contenidos tan poco ejemplares como los que hoy glosan algunos medios con relación a los profesionales del periodismo y a los profesionales de la política. Como esto sucede esta vez después de la gran catarata de panegíricos y ditirambos desplegada por unos y otros en torno a la magnífica labor de equipo, unidad, juego limpio y modestia que caracterizó el triunfo de la selecciona nacional de fútbol en el Mundial de Sudáfrica, el espectáculo al que aludimos resulta aún más bochornoso.

Al parecer, la cadena radiofónica COPE se va a hacer con los servicios de buena parque del equipo deportivo de la cadena SER, que puso en la calle a Paco González y al que la emisora de la obispalía ha ofrecido acogimiento. Como este periodista se refiriera a la imposibilidad de que así fuera si en la COPE estuviera Losantos, éste descalificó del modo que tanto lo autentifica a González y a todos los profesionales con los que anteriormente coexistió en la radio de la Iglesia.

Si de ahí pasamos al deplorable espectáculo ofrecido ayer en el Congreso ante las actuaciones de Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy por parte de sus respectivas bancadas, la conclusión es que de nada ha servido el ejemplar comportamiento de La Roja en el campo de juego como motivación para que Gobierno y oposición se apresten juntos a resolver la desfavorable papeleta económica por la que discurre nuestro país.

Lo malo del caso es que si la derecha pepera se comportó de la manera airada que suele hacerlo el periodismo ultramontano en su diario quehacer de legítima crítica al Gobierno, los diputados socialistas se dejaron llevar por esa misma crispación, obligando al presidente del Congreso a una reiterada petición de llamada al orden.

Es muy posible que en España la existencia de un periodismo político tan nefasto como el de Losantos y compañía, iniciado con las soflamas de éste en la COPE, haya servido para cebar ese tipo de comportamiento entre algunos diputados y que la política periodística sustentada desde algunas empresas mediática sólo tenga como proyecto ese tipo de bastarda profesionalidad. Todo ello puede devenir en una degradación democrática muy peligrosa. Ésta muy bien puede empezar por el alejamiento de la ciudadanía de debates como el de ayer en el Congreso sobre el estado de la nación cuando la nación está muy mal.

Foto: Rajoy hace añicos sus palabras.

2 comentarios:

B dijo...

De lo que ayer escribió usted a lo de hoy media un mundo, estimado amigo. Le prefiero hablando de música, pero supongo que su profesión le impide abstraerse en Mozart y olvidar la realidad que vivimos.

Anónimo dijo...

Qué poco duran las palabras de alguien llamado a gobernar España.

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