viernes, 16 de julio de 2010

KAGAME, HAITÍ Y LOS OBJETIVOS DEL MILENIO


Félix Población

El pasado miércoles, mi estimado amigo Braulio Hernández me remitía una nota de prensa acerca de la gran farsa promovida por la ONU con el nombramiento de Paul Kagame, presidente de Ruanda, como copresidente del grupo internacional que impulsará la cumbre sobre los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM) en representación de los países en desarrollo. Se supone que esta misma nota les llegó a siete de nuestros diputados, siete, capaces de sensibilizarse ante la inminente visita que Kagame iba a realizar a La Moncloa y que finalmente no tendrá lugar, pues Rodríguez Zapatero ha decidido cancelarla a última hora, luego de que esos siete diputados le dirigieran una carta al respecto.

Paul Kagame mandó asesinar a nueve ciudadanos españoles, testigos de las masacres realizadas por su ejército contra la población civil indefensa. El cargo de presidente le confiere inmunidad, pero desde el pasado 6 de febrero de 2008 la Audiencia Nacional, por cuenta del juez Andreu Merelles, tiene emitida una orden de arresto contra 40 altos cargos de la cúpula militar ruandesa por crímenes de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Hasta ahora, nuestro Presidente del Gobierno no se ha entrevistado todavía con los familiares de las víctimas españoles, entre los que figuran médicos y misioneros.

Ayer el diario El País ofrecía en su edición digital una impresionante muestra de imágenes del fotógrafo Alexandre Meneghini sobre la prostitución en las calles de Puerto Príncipe (Haití), en las que jovencísimas adolescentes ofrecían sus cuerpos semidesnudos en un paisaje de ruinas y sombras, consecuencia del terremoto que aquel país sufrió hace un semestre. Ese escenario de ruina y miseria lo recordaba ayer mismo Ana Cuevas en el diario Público con muy pocas y precisas palabras:

“Han pasado seis meses desde que Haití temblara arrasando con las precarias vidas de sus habitantes. Muchísima gente sigue malviviendo bajo lonas, y las ruinas continúan cubriendo las calles de Puerto Príncipe. Y además, ahora viene la temporada de lluvias y huracanes. Hay varios motivos por los que un millón de haitianos siguen sin cobijo. Por un lado, un gobierno débil incapaz de gestionar los recursos. Por otro, los terratenientes que no quieren ceder sus tierras para la reconstrucción o pretenden hacerlo a precios escandalosos. Además, la burocracia y la política de los más de 60 países y organizaciones que se ofrecieron a ayudarlos atascan el proceso. Mientras tanto, Haití sigue siendo un país poblado de personas que tienen la desesperación agarrada al alma. No duermen porque temen ser tragados por la tierra con la misma eficacia con la que los países ricos devoramos las desgracias ajenas: aplicándonos las sales digestivas de la caridad y una pildorita para lograr el olvido”.

Hoy se dice en los periódicos que la razón oficial dada por Presidencia del Gobierno para que el encuentro entre Zapatero y Kagame se suspenda es que las circunstancias del momento lo aconsejan así, en evitación de que la presencia del presidente ruandés –y el proceso que lo involucre en la muerte de miles de personas- eclipse el encuentro.

Nos parece más bien, a la vista de la decisión de la ONU de elegir al mayor criminal en activo de nuestro planeta como copresidente de la próxima cumbre de Nueva York en septiembre para luchar contra la pobreza en el mundo, que el eclipse afecta más bien a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, como demuestran las fotografías de Meneghini en Haití y la propias y dramáticas circunstancias de este país al que tan sólo hace un semestre parecía que el mundo entero iba a socorrer y liberar de su antigua miseria.

+@Haití seis meses después del terremoto. (Amy Goodman).

1 comentario:

Im-Pulso dijo...

Perdone la irrupción, sólo quería matizar dos detalles:
Primero, el oscuro y caso Kagame y Haití nada tiene que ver entre sí; y
Segundo, el caso Kagame es más complejo y menos "claro" de lo algunos pretenden.
(ver:
http://www.afrol.com/es/articulos/36528)
Saludos.

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