jueves, 17 de junio de 2010

ISABEL Y ASUNCIÓN: "SIEMPRE DÍAS AZULES"


Félix Población

Es muy posible que quienes tienen la amabilidad de leer este modesto DdA hayan tenido ocasión de ver ayer por la noche en TVE 2 el magnífico y conmovedor documental de Israel Sánchez-Prieto Siempre días azules, realizado hace cinco años y basado, sobre todo, en el testimonio de dos ancianas de la comarca leonesa de Babia que pasaron toda su vida buscando los restos de sus respectivos hermanos, asesinados por el franquismo en 1937. Junto a Isabel y Asunción, el film refleja asimismo la búsqueda del padre de Senén y Santiago, que junto a cuatro vecinos más de la localidad Fresnedo, detenidos en una madrugada del mes de noviembre de 1936, también fueron ejecutados después de que sus apresadores quemaran sus casas.

En el film se detalla todo el proceso de recuperación de los restos en 2002, en un terreno próximo a la carretera -con la presencia emocionada de las hermanas e hijos de las víctimas-, así como la verificación de las pruebas de ADN que, en los casos de Isabel y Asunción, no dará el resultado previsto. No faltan en el documental, durante los trabajos de excavación, sentimientos encontrados acerca de la necesidad o inconveniencia de verificar tanto tiempo después esa tarea, si bien la creencia mayoritaria se inclina por la percepción sustentada por las dos ancianas: Hasta que no se levante la tierra no tendremos paz.

Isabel y Asunción, ya nonagenarias, asisten a un duelo con más de sesenta años de retraso. Los arqueólogos se enfrentan a uno de sus más tristes destinos, pues su trabajo se centra en una consecuencia de la barbarie humana. Se trata de restos humanos con una vinculación emocional cuya mayor significado es el de mostrar al porvenir que no se puede cometer ningún delito que pueda quedar impune, por más que lo sepulten décadas de olvido.

Isabel y Asunción no se separaron de las fosas mientras duraron los trabajos de recuperación, en los que la propia Isabel estaba dispuesta a colaborar. Por obligación, deber y amor -dice-, todas las víctimas deben descansar en paz. Isabel es católica, de las que rezaba el rosario en familia, mientras que Asunción es anticlerical: los suyos leían el periódico cada noche. Una se quedó en España después de la guerra. La otra se fue. Las une en el abrazo, ante la tierra tanto tiempo silenciada, la memoria fraterna de dos vidas rotas por la vesania represora. Y también el recuerdo de una niñez común, azul e iluminada, como la que don Antonio Machado dejó esscrita en un papel en el exilio de Colliure con un último verso: Estos días azules y este sol de la infancia...

Ni el documental ofrecido por TVE, ni el elocuente y humanísimo testimonio de Isabel y Asunción se merecen el resumen que se da del film en el programa de telexto de la propia TVE: Largometraje documental sobre las fosas comunes de la Guerra Civil desde la óptica izquierdista ya que sólo trata las de este bando. Según el anónimo redactor de tal glosa, lo que se cuenta en Siempre días azules constituye el germen de la izquierdista Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

En la Guerra de España sólo hubo un bando, el rebelde, frente a un Estado, el legalmente constituido. Y en Siempre días azules no hay más germen que el de recuperar los nombres, la dignidad y la luz de la memoria de las víctimas de la dictadura, porque -como dicen Isabel y Asunción- no habrá paz hasta que no se levante la tierra que cubre tanta muerte injusta y alevosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me emociono muchísimo cuando leo cosas así, toda la vida de duelo, eso tiene que ser horrible, un saludo.

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