jueves, 10 de junio de 2010

GARCÍA SERRANO Y DURÁN I LLEIDA


Félix Población

Rafael García Serrano fue un excelente escritor y articulista franquista, cuya última trayectoria discurrió en el diario El Alcázar, propulsor mediático del intento de golpe de Estado del 23-F en 1981 a través del colectivo Almendros. No sabía que su hijo era Eduardo García Serrano hasta que unas declaraciones de éste, en un programa de Intereconomía TV del que forma parte como contertulio, le dieron nombre en los periódicos, algo que quizá nunca hubiese conseguido por méritos de talento, según hizo su padre, al que sin duda debe su actual ocupación de comentarista.

Hace unas fechas, don Eduardo demostró que el talento no se hereda y que la buena educación recibida en el uso de la palabra por quien tan bien la empleaba, es capaz de sufrir soeces extravíos cuando la ciegan fobias, traumas o inquinas que jamás deberían aflorar en un debate televisivo, por muy críticos que sean su partícipes con el Partido Socialista, como es el caso en la programación informativa que sigue el citado canal.

Eduardo García Serrano, al tildar a la consejera de Salud de la Generalidad, Marina Geli, de zorra repugnante, guarra y puerca, tratando con ello de poner a caldo la educación sexual que aquel gobierno autonómico imparte entre los adolescentes, no sólo ha hecho recaer sobre sí mismo la ignominia que supone expresarse con tan aberrante terminología, sino que ha dejado en evidencia el ideario casposo, reaccionario e intransigente que asume y expende el canal televisivo que tolera manifestaciones de ese tipo.

Si un tertuliano es capaz de esa sucia e inadmisible exhibición de adjetivos para disentir con una política de educación sexual, sin que el conductor del programa en cuestión ni el responsable de esos insultos pidan disculpas, dudo mucho que los comentaristas de ese medio, al referirse a otras cuestiones de actualidad, no padezcan de similares y viscerales taras, aunque se expresen de modo más correcto.

No caben excusas como las esgrimidas por Intereconomía diciendo que su estilo no es el de García Serrano, a menos que los directivos de la cadena lo demuestren actuando con la contundencia debida. Para ello sería necesario como argumento más creíble despedir al aludido tertuliano y al moderador del espacio, algo impensable pues restaría a ese canal el tipo de audiencia al que ceba y del que principalmente se nutre su línea programática.

Para aprender cómo se rectifica sólo basta haber escuchado a un digno representante de la derecha catalana, el señor Durán i Lleida, que con menores motivos ha sabido demostrarlo. Después de calificar al Presidente del Gobierno como cadáver político en la tribuna del Congreso, por la incompetencia, incapacidad y frivolidad de Zapatero ante la crisis, el dirigente de CiU llamó a ZP poco después para disculparse por no estar de acuerdo con sus palabras.

La cultura democrática a la que aspiramos va por donde Durán. Lo otro suena a taberna de cuartel africanista en el siglo XIX.

2 comentarios:

BÚHO dijo...

Yo también presencié ese deplorable intento de crítica política, no tuve más remedio que dejar actuar al poco sentido común que me queda y cambiar de canal. Me gusta mucho seguirte.

Lazarillo dijo...

Gracías, búho. Te digo lo que a Gatopardo en el post anterior. Cuando se escribe por respirar, se agradece el seguimiento.

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