martes, 15 de junio de 2010

EL PP SE LÍA LA KUFIYYA


Lazarillo

Debo reconocer sin ambages que a doña Lola de Cospedal le favorece el pañuelo palestino en tonos violeta que lució en Guadalajara en una convocatoria con los alcaldes del Partido Popular. Como además en ese acto la secretaria general del PP dijo que el suyo era el partido de los trabajadores, uno tiene la sensación de que los dos partidos políticos mayoritarios en España han trocado sus roles.

Mientras el Partido Socialista en el Gobierno recorta derechos a los trabajadores y muestra una letárgica mansedumbre ante el ataque terrorista de Israel a la Flotilla de la Libertad -con tres ciudadanos españoles en la expedición-, la Cospedal proletariza su mensaje y se lía la kufiyya al cuello, como si fuera el mismísimo Zapatero en aquella imagen tan censurada por el partido conservador cuando un palestino le hizo una fotografía con tan carismática prenda.

Si al insólito complemento en su vestuario, lucido por Cospedal en Guadalajara, se le añade el artículo del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, publicado recientemente en el diario El País y donde aboga porque Israel se deshaga de sus errores y reconozca al Estado palestino, la perspectiva de ese cambio de tornas se completa y complementa de modo singular.

Es preciso que la sociedad hebrea renuncie a la idea según la cual el pueblo palestino no existe, afirma Gallardón. No queda otro camino que reconocer al estado palestino y asegurar su viabilidad como garantía de estabilidad en la zona. En cuanto a los activistas de la Flotilla de la Libertad, el alcalde de Madrid entiende que nadie puede arrogarse el derecho inexistente de darles muerte por haber intentado no ya cruzar una frontera, sino burlar un bloqueo ilegal. No en un país democrático.

Hasta ahora, como todo el mundo sabe, el Partido Popular, y sobre la todo la Fundación FAES que preside José María Aznar, tenían muy bien asentada y definida su visión pro-israelí del conflicto palestino. Aznar siempre se mostró partidario de reforzar la posición de Israel y no tuvo ninguna reserva en apoyar decididamente la invasión de Gaza que costó la vida de 1.400 palestinos, en su mayor parte civiles. Claro que también, coincidiendo con la matanza registrada en la Flotilla de la Libertad, don José María hubo de silenciar una inoportuna página web que pretendía presentar en París al día siguiente de la masacre bajo el inequívoco nombre friendsofisraelinitiative.org.

Sería deseable que el detalle de la kufiyya en Cospedal y el artículo de Gallardón en El País, que tanto desentonan con la postura mantenida por el presidente de honor de su partido, sean un adelanto de la política exterior que habrá de mantener el futuro gobierno del Partido Popular, en sintonía con el cambio de perspectiva que la administración Obama observa en relación con el conflicto palestino. Tanto el estado palestino como el fin del bloqueo de Gaza son ya premisas incuestionables para el presidente norteamericano, como parecen serlo para el alcalde de Madrid.

Me gustaría creer que el asesinato de nueve pacifistas solidarios con un pueblo acosado y oprimido ha dado algún fruto en la sensibilidad de nuestros políticos conservadores, aunque sea a imitación de la Casa Blanca, pero me temo que al camino para una paz justa le quedan todavía muchas etapas. No cabe descartar que para avanzar en ese proceso sean necesarias más lecciones de solidaridad activa como la de la Flotilla de la Libertad. Nuestra gratitud por su ejemplo.

1 comentario:

Manuel dijo...

Durante la dictadura a los trabajadores nos llamaban productores. Ahora que el PP es el partido de los trabajadores le propongo que se cambie el nombre: Partido de los Productores. Así no tendrá que cambiar de siglas ni de logo. Hay que ahorrar gastos que estamos en crisis.
Manuel

Publicar un comentario