miércoles, 12 de mayo de 2010

EN LA MUERTE DEL BRIGADISTA FERDINAND HACKL



Félix Población

Me comunica Gerhard Hoffmann desde Austria que el pasado día 10 falleció en Viena su compañero y amigo Ferdinand Hackl, uno de los pocos brigadistas internacionales de aquel país todavía en pie y que, con el propio Hoffmann, mantenían viva la memoria de su paso por la Guerra de España y su lucha contra el fascismo en el Centro de Documentación de la Resistencia Austriaca.

Hackl había nacido en 1918 en Viena, en el seno de una familia obrera muy modesta. Era todavía un adolescente cuando ingresó en las Juventudes Comunistas y fue encarcelado por el régimen fascista del canciller Dollfuss. En 1937 vino a España e ingresó en la Brigada Mixta para luchar por la República en los frentes del Sur y del Centro. En 1939 participó con los voluntarios en el vano intento de frenar el avance franquista hacia Barcelona. A la caída de Cataluña, pasó la frontera siguiendo el camino del exilio de miles de españoles con los que compartió la humillante y dura reclusión en los campos de concentración franceses de Saint Cyprien y Gurs. Después de la ocupación de Francia por el ejército nazi, Ferdinand Hackl fue internado en el campo de Dachau hasta su liberación en 1945.

Hace cuatro años, Hermann Paseckas y Karin Helml realizaron un documental titulado España, última esperanza, en el que Hackl, junto a Hoffmann, Ernst Kuntschik, Hans Landauer (el de la segunda imagen, desfilando por Barcelona el día de la despedida de las Brigadas Internacionales) y dos republicanos españoles describen sus vivencias durante la Guerra Civil, así como su tránsito por los campos de concentración de Europa durante la dominación fascista. El film, escasamente difundido en nuestro país, aporta documentación muy valiosa -en su mayoría perteneciente a fondos privados- que debería estar a disposición de cuantos pretendan conocer esas páginas de la historia de las que el fallecido Ferdinand Hackl fue protagonista y sobre las que Gerhard Hoffmann escribió un libro, presentado hace meses en el Instituto Cervantes de Viena.

Esas páginas son probablemente las últimas en las que ciudadanos de distintos países ajenos al del conflicto pusieron en juego la vida por una idea en una guerra abierta y declarada. Hackl fue fiel a esa memoria hasta su último aliento el pasado lunes. Mando desde aquí a mi admirado Gert Hoffmann mi más sincera y sentida condolencia por la muerte su compañero y amigo y le reitero mi deseo de que alguna editorial española acoja su libro, porque nada de lo que cuenta en el mismo nos debe ser ajeno.

Nota: En la primera de las fotografías aparece Hackl en Sitges, durante su última visita a España en 2008. El autor de la foto es Gerhard Hoffmann.

5 comentarios:

Folía dijo...

Gracias a los que sin ningún afán nacionalista,ni de fama, ni de recompensa arriesgaron lo que tenían para evitar que gente desconocida viviera bajo la dictadura. Muchos perdieron la vida. Gracias por su generosidad, por la firmeza de sus convicciones, por el ejemplo. Gracias.

BABI dijo...

Fernández de la Veha habló hace poco en Mauthausen de que no se ha olvidado ni se olvidará a las víctimas del fascismo y del franquismo. A estos brigadistas se los tuvo en el olvido muchos años durante la democracia y la ley de memoria histórica decidió darles la nacionalidad española previa jura de fidelidad al rey. ¿No es vergonzoso?

Anónimo dijo...

Van muriendo quienes vivieron en el olvido de la España democrática, van muriendo los hijos de quienes fueron asesinados y enterrados sin nombre en las cunetas del olvido.

Im-Pulso dijo...

Hermoso post. Gracias por recordar a quienes tenían vergüenza.

LEDES dijo...

Aunque no sean españoles de pasaporte por su coherencia con la bandera que defendieron, España siempre será la casa de estos liuchadores por la libertad. Gracias, hermanos.

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