jueves, 27 de mayo de 2010

EL FRAUDE FISCAL, EL IVA Y LA CLASE POLÍTICA ESPAÑOLA


Félix Población

Son cifras del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Economía (GESTHA), cruzando los datos de los tramos de la base imponible del Impuesto de Patrimonio con los datos de la banca privada. Año 2008:
-Alrededor del 86% de los que tienen fortunas con más de diez millones de euros evaden sus obligaciones fiscales.
-El 18% de los que tienen entre medio millón y un millón de euros defrauda actualmente a la Hacienda Pública.
-El 45 % de los que tienen entre uno y diez millones de euros elude el fisco.
-Las mayores bolsas de evasión fiscal están en capital mobiliario e inmuebles, que vienen a representar actualmente el 93% de todos los bienes y derechos declarados.
-Sólo 132 contribuyentes declaran un patrimonio superior a los 30 millones de euros.
-2.525 declaran un patrimonio total entre 6 y 30 millones de euros.
-Según la banca privada, existen en España unos 400.000 ciudadanos con más de 300.000 euros invertidos en activos financieros.
-La economía sumergida representa el 23% del PIB (en Alemania, la economía sumergida representa el 6% del PIB).
-En España está la cuarta parte de los billetes de 500 euros de la zona euro.
GESTHA afirma que en España se podrían recaudar unos 21.000 millones de euros anuales, si se autorizase a los 8.000 técnicos del Ministerio de Hacienda el control e inspección de las declaraciones de la renta de estas grandes fortunas.

Pero no sólo conviene fijarse en las grandes fortunas a la hora de evaluar el fraude fiscal en España, porque cada uno de los simples ciudadanos, cada uno de nosotros tiene en sus manos corregir otra gran lacra de la sociedad española cada vez que rechazamos el IVA en una factura para que así nos salga más barato un determinado producto, servicio o adquisición, algo en lo que todos hemos transigido en algún caso. Los ingresos del Estado por IVA cayeron en los primeros once meses de 2009 un 30%, según el diario Cinco Días. En una región de las más pequeñas como Asturias, uno de cada cinco euros se paga en dinero negro.

Como bien sabemos, este Gobierno decidió incrementar ese impuesto hace unos meses: El tipo general del IVA subirá dos puntos desde el 1 de julio de 2010, hasta el 18%. El tipo reducido subirá un punto, hasta el 8%, y se mantendrá, en cambio, el del 4% aplicable a los bienes de primera necesidad. Esto, en un país que no arrastrase la incívica picaresca del nuestro -donde se tiene a mérito no abonar ese impuesto o hacer trampas en la declaración de la renta- sin duda contribuiría a una mayor recaudación por parte del Estado, pero me temo que en España el fraude fiscal crecerá como consecuencia de esa subida, pues estamos muy lejos de lo que ocurre en algunos países nórdicos, donde los ciudadanos denuncian a quienes no cumplen con ese deber.

¿Que por qué somos así? Habrá quien se remonte a la picaresca literaria para buscar razones, pero más bien habría que encontrar la respuesta quizá en lo reflejado en la primera parte de este comentario. Si las grandes fortunas se escaquean, ¿por qué los ciudadanos de a pie no van a hacer lo mismo en lo que puedan apañar? Y añadiría más: siendo nuestra clase política el tercer problema que más preocupa a los españoles -por las muchas corruptelas que pesan sobre algunos de sus representantes-, ¿cómo van a ser los ciudadanos de a pie modelos de integridad con el IVA? ¿Acaso la imagen del Senado/Gallinero de la nación -visible y audible anteayer, con el Partido Popular encrespado hasta la rabia- es la más adecuada para que la ciudadanía sea un modelo de educación cívica en sus compromisos fiscales?

Da mucha pena un Gobierno que no sabe a do camina y mucho asco un partido opositor al que sólo le importan, de modo harto reiterado y pertinaz, los errores de su adversario político para sacar tajada electoral de cada coyuntura. La imagen de Grecia y Portugal, donde gobernantes y oposición se han unido para hacer frente a la dura crisis que también viven aquellos países, no les dice nada a los peperos patrios, marcados todavía por la herida y el resentimiento de una derrota electoral que ellos mismos se buscaron con sus mentiras en 2004.

No se puede hacer una oposición tan miserable, desde el resquemor y la bronca tabernaria permanentes, cuando está en juego el porvenir de la nación. No habrá una ciudadanía responsable sin una clase política que dé ejemplo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y también si cada uno de nosotros diésemos ejemplo, aunque sólo fuera a nuestros hijos, no creo que ningún político se atreviera a "portarse mal".
Gracias por el artículo tan clarificador y por el punto de página "La crisis a lo claro".

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