viernes, 26 de marzo de 2010

LA PEDERASTIA EN LA IGLESIA Y LA RUPTURA DE LA FE


Félix Población

La católica iglesia podrá argüir -como acaba de hacer El Vaticano- que se trata de un complot. Es lo propio cuando sobre una institución de su sacro carácter llueven acusaciones múltiples que la incriminan en un mismo delito. Pero es notorio que en los últimos meses, en Alemania, Austria, Irlanda, Estados Unidos, Chile y hasta en Italia, se vienen descubriendo casos de pederastia clerical que cada vez resultan más repugnantes.

Ayer, el New York Times afirmaba que Benedicto XVI encubrió los abusos sexuales cometidos por un sacerdote de Wisconsin (EEUU) contra 200 menores sordos (200) entre 1950 y 1974 (casi un cuarto de siglo). El diario revelaba, mediante la oportuna documentación, que en 1996 el arzobispo de Milwaukee informó al entonces cardenal Joseph Ratzinger, responsable de la Congregación de la Doctrina de la Fe, de los abusos del cura Lawrence C. Murphy. Las víctimas esta vez no fueron los niños cantores de Viena -como supimos por algunas denuncias de los afectados difundidas hace unos días-, sino los alumnos de una escuela con problemas de audición.

"La diócesis envió al menos dos cartas al actual pontífice y ninguna fue contestada. La única medida que se adoptó vino de manos de Tarcisio Bertone, entonces segundo de Ratzinger y actual secretario del Estado Vaticano, quien comenzó un juicio canónico contra el cura. Este, no obstante, se paralizó cuando el aludido escribió pidiendo perdón. El Vaticano no informó a las autoridades y el padre Murphy, que murió en 1998, estuvo hasta el final de sus días rodeado de niños en colegios, parroquias e, incluso, en un centro de detención juvenil" .

El diario El País abunda hoy en esa información con párrafos como el que sigue: "Unas veces sucedía durante la confesión. Otras en medio de la noche, en los dormitorios. El padre Murphy llegaba, les masturbaba y se marchaba. Con 13 años, Arthur Budzinski se escondía bajo su cama llorando, temeroso del siguiente asalto e incapaz de pedir ayuda. El infierno de abusos sexuales en el que vivía a manos del cura al que su familia confió su educación no podía relatárselo a sus padres, que desconocían el lenguaje de signos. Budzinski era sordo e incapaz de hablar. Años después de los abusos sexuales que marcaron su vida para siempre, Budzinski, hoy pasados los 60, pudo relatar las vejaciones a las que fue sometido. Lo hizo con las manos, con el lenguaje que le enseñó su verdugo".

Hace unos días podíamos leer en el diario Público las particularidades de otro caso que nos tocó más de cerca en su día y ante el que el cardenal Rouco Varela, arzobispo de Madrid, actuó de modo muy similar a su bien amado Padre Benedicto cuando presidía la Congregación de la Doctrina de la Fe. Trató de ocultar a toda la costa los abusos cometidos por el sacerdote de su diócesis Rafael Sanz, si bien éste termino siendo condenado y el arzobispado hubo de indemnizar a la víctima en concepto de responsabilidad civil, sin que al ríspido Rouco, por supuesto, se le abriera una sola diligencia por encubrimiento, como hubiese ocurrido con cualquier otro mortal.

El escritor y futuro académico de la RAE (por la gracia de Dios) Juan Manuel de Prada, columnista del diario ABC y L´0sservatore Romano, dictó hace unos días una conferencia en Valencia bajo el originalísimo titular ¿Quo vadis España?, en la que como no podía ser de otra forma nos advierte de los peligros a los que se enfrenta Occidente al renunciar a los principios basados en la fe católica. España, otrora reserva espiritual con el caudillo Franco, vive ese proceso de autodestrucción -según Prada- del modo más virulento. "La ruptura con la fe -afirma el escritor- es también una ruptura con el sentido profundo de los Derechos Humanos, que han dejado de ser un reconocimiento de la dignidad y se han convertido en concesiones graciosas que el poder nos otorga para satisfacer nuestros caprichos".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha parecido muy periodístico el contraste entre la iglesia vaticana y la iglesia de Romero que hace hoy en ese blog.

Anónimo dijo...

La fe es ciega, pero tenerla en El Vaticano es estar muerto.

CEFE dijo...

O los curas hacen el amor o nos seguirán dando mucha guerra.

Anónimo dijo...

Da mucho asco tanta hipocresía. Y da mucha pena para un creyente escuchar al Papa eso de que quien esté libre de pecado... La iglesia se muere. Esta vez va en serio.

Anónimo dijo...

hasta cuando la falsa moral del Vaticano señores.
Qiue estos señores abran sus archivos y son dem{ocratas y luchan por la verdad.
La gente se sorprenderá de sus contradicciones históricas y su ambivalencia moral

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