lunes, 22 de marzo de 2010

CUANDO LOS BOMBEROS SON LA CUADRILLA DE LA MUERTE Y NADIE PIDE DISCULPAS


Félix Población

El pasado sábado, en el muy activo blog de Nacho Escolar, que no se apea de la actualidad ni de puente, pudimos leer varios de los titulares y textos que los periódicos de Madrid dispensaron al fiasco de los bomberos catalanes. Confundidos con el comando de ETA que mató a un gendarme de aquel país el pasado martes, el único documento aportado por las autoridades francesas y españolas para darles credencial de terroristas era el vídeo de las cámaras de seguridad de unas dependencias comerciales, sitas muy cerca del lugar donde se cometió el atentado.

De entre los titulares son destacables sobre todo dos. El diario El Mundo decía en portada: Retrato de comando etarra con el carrito de la compra. La Razón, por su parte, iba más lejos al afirmar que se trataba de La cuadrilla de la muerte. En ambos casos, esos titulares estaban respaldados por la imagen de los cinco probos y jóvenes funcionarios de la Generalitat. Más cauto, el diario El País titulaba: Francia y España se lanzan a la captura del máximo jefe de ETA, aunque también daba a la imagen la misma interpretación que el resto de periódicos.

Hoy se dice en El Confidencial, basándose en fuentes de la lucha antiterrorista, que una buena hipótesis de partida se estropeó por la ansiedad de los respectivos ministros del Interior de ambos países por apuntarse un tanto más en la lucha contra ETA. Cuesta trabajo pensar, por la simpleza que denota, que se juzgue como buena hipótesis de partida la posibilidad de que un comando terrorista vaya de compras en comandita a un supermercado, 48 horas después de matar a un policía, y a tres kilómetros del lugar donde lo hicieron.

Partiendo de una suposición tan poco convincente, los errores han ido a más, pues sin cotejar la información por parte de la policía se la ha hecho llegar a los medios, acaso con la pretensión de que con la difusión de la imagen se pudiera identificar a posteriori y no antes a los supuestos terroristas, si bien el gabinete de comunicación de Pérez Rubalcaba llegó a asegurar que uno de los bomberos catalanes era el etarra Mikel Karrera Sarobe.

Todos celebramos hoy que en lugar de unos ciudadanos cualesquiera -nada digamos si esos ciudadanos hubieran sido vascos-, los que aparecen en el vídeo hayan sido funcionarios de una institución que actuó con la mayor diligencia para aclarar la identidad de sus trabajadores. De no haber sido así, es de temer que los perjudicados por tamaño error hubiesen soportado una situación ciertamente difícil hasta que quedaran libres de toda sospecha.

Es muy lamentable y hasta sorprendente este borrón en la gestión ciertamente eficiente en la lucha antiterrorista del Ministerio del Interior y no vale repartirse las culpas con sus colegas franceses. Pero también lo es el comportamiento de los periódicos españoles. Ninguno de ellos, salvo el diario Público, pidió disculpas al día siguiente a los bomberos catalanes y a los lectores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las cámaras de estos establecimientos, como las que se ponen en algunos barrios, tienen estos riesgos, sobre todo si dan con policías incompetentes.

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