miércoles, 24 de febrero de 2010

23-F: DIA LABORAL DE LOS INOCENTES


Félix Población

Los llamados sindicatos mayoritarios cosecharon ayer en Madrid un auténtico fracaso si se tiene en cuenta el motivo de la convocatoria. Se trataba de una manifestación contra la reforma de las pensiones y apenas se superó una asistencia de quince mil personas. Hay medios que justifican esa baja participación en el mal tiempo, la celebración en día laborable y hasta en la emisión televisada de un partido de fútbol del Barcelona en la Liga de Campeones, pero si tan mal están las perspectivas que se avizoran al término de nuestra vida laboral, que lo están, esos argumentos no tienen ninguna consistencia. Hay que buscar otros.

El primero que se me ocurre es que esos sindicatos cada vez tienen menos capacidad de convocatoria, por mansurrones y burócratas. No en vano España ocupa el penúltimo lugar (de un total de 25 países europeos) en afiliación sindical. Mientras en los países nórdicos más del 70 por ciento de los ciudadanos pertenece a un sindicato, aquí no llegamos al 20. Claro que esto quizá no valga del todo como explicación a la hora de no llenar las calles. Un 20 por ciento de sindicalistas bien organizados pueden montar unas buenas muchedumbres. De eso saben mucho los curas.

Lo que más bien creo en esta ocasión -tal como escribe hoy un analista- es que los sindicatos han logrado con el 23-F la cuadratura del círculo: estar con el Gobierno y seguir en la oposición. Por eso quizá los organizadores de la manifestación de ayer no se sientan defraudados por el balance de la asistencia. Casi estaba previsto que así fuera. Dado que ZP garantizó a los líderes sindicales de CCOO y UGT que no prolongará la edad obligatoria de jubilación si no se da consenso social, tanto Méndez como Toxo se han limitado a esbozar el poder de sus huestes sin llegar al grado de alarma, recordándole a Rodríguez Zapatero que sin los sindicatos es complicado gobernar, como ya comprobó Felipe González en sus últimas legislaturas.

Si han tenido que pasar 21 meses en recesión económica, 21, para que sólo 15.000 personas salieran a la calle -demostrando con ello el buen rollito que los sindicatos citados han mantenido con el Gobierno a pesar de las más adversas circunstancias que están soportando los trabajadores en muchos años-, es muy razonable que haya quien proponga -como Emilio Iglesias Delgado hoy en el diario Público- que el 23-F sea declarado Día Laboral de los Inocentes.

"Algunos sindicatos -dice en su carta- convocaron ayer una manifestación -yo, a pesar de estar sindicado, no recibí la información y en la radio no escuché las cuñas que tanto abundan en las elecciones sindicales en plan “compañero, únete”-. Dicha manifestación era para no sé qué exactamente, porque dicen que el pensionazo ha sido un globo sonda -hasta que sea una realidad insondable-. Por mucho menos se hicieron huelgas generales cuando vivíamos en la abundancia; ahora parece que una foto con pancartas y pegatinas de quita y pon es suficiente para continuar el legado de la lucha sindical. Ayer por la mañana, en la web de la UGT no se encontraba casi información y en la de CCOO era una noticia más; total, si era una manifestación de nada. Además, ni siquiera era en toda España, debe de ser un problema menor. Mejor me quedo en casa rezándole al becerro de oro".

1 comentario:

Anónimo dijo...

El tal Emilio Iglesias es un rojo peligroso: lo conozco y se dedica a hacer pintadas contra el sistema!!

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