miércoles, 13 de enero de 2010

LOS PECADOS DE HAITÍ, POR EDUARDO GALEANO


Melibea


Como todo el mundo ya sabe, es muy posible que el intenso terremoto en Haití (7,3 de la escala Ritcher), del que hoy hemos tenido noticia, se salde con miles de víctimas mortales. Si siempre la tragedia humana tiene mucha más magnitud que la material porque aniquila vidas, su dimensión se agranda sobremanera sobre los daños materiales cuando se trata de un país tan pobre como el que ocupa una mitad de la antigua isla La Española, donde Colón pisó tierra sin imaginar que un día los hambrientos de esa tierra comerían galletas de tierra. Haití es la nación más pobre del hemisferio occidental y, sin embargo, allí se gestó por primera vez en la Historia la abolición del sistema esclavista por parte de quienes lo soportaban. ¡Qué paradojas: fueron los primeros en ser libres y ahora allí es donde más arraigada está la miseria! Eduardo Galeano tiene algunas cosas más que contarnos con referencia a este país anclado en esas lacras: Los pecados de Haití. Nosotros, los ciudadanos del mundo rico, no deberíamos ir por ahí dando lecciones -¡todavía!- de democracia: libertad, igualdad y fraternidad, dicho sea en honor a la vieja metrópoli. Dice Eduardo en las primeras líneas de su artículo, publicado en la revista Brecha hace algunos años:

"La democracia haitiana nació hace un ratito. En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras. Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto".

RedDIARIO
Desechando lo desechable. (Marciano Durán).

6 comentarios:

Miguel Ángel Velasco Serrano dijo...

Aviso que es posible que este texto no sea de Eduardo Galeano. PiensaChile.com lo ha hecho desaparecer o lo ha ocultado. En otros lugares aparece como obra de Marciano Durán, http://marcianoduran.com.uy. En http://lacomunidad.elpais.com/ivetteduran2002/2009/5/18/memorias-del-pasado-para-mayores-40-eduardo hay unos comentarios que aclaran todo este embrollo.

DdA dijo...

Ante las dudas, el texto al que se refiere Miguel Ángel ha sido eliminado. Sólo se da la refrencia del que sí pertenece a Galeano.
Gracias, Miguel Ángel.

Miguel Ángel Velasco Serrano dijo...

Sea o no sea de él, su contenido sí que encaja adecuadamente con nuestra situación mundial y en concreto con la desgracia de Haití.

Es una pena que lo hayas suprimido. Galeano en cierto momento se sintió halagado al ver que se lo atribuían a él.

DdA dijo...

Así me pareció, en efecto. Por eso lo vuelvo a incluir, después de buscarlo, y dar su referencia. Muy agradecido.

DdA dijo...

Como aclaración para Miguel Ángel y demás lectores de este DdA, hemos recibido esta nota de la Redacción de PiensaChile:
Tiene toda la razón (en este caso Miguel Ángel). Ayer nos lo advirtieron a poco de subido el artículo. Pero nuestro error fue doble, pues ya lo habíamos subido hace unos meses atrás y por comentarios que nos llegaron de lectores le agregué el siguiente comentario:

Nota de la Redacción: esta artículo fue enviado a piensaChile con el dato que se trataba de un trabajo de Eduardo Galeano y así lo publicamos, pero hoy (12 de septiembre de 2009) nos llega una nota que dice que este artículo fue escrito por Marciano Durán, en su blog Marciano Durán. Crónicas marcianas Pedimos disculpas si cometimos un error, pero, con alegría constatamos que, "no todo lo que brilla es Galeano". Que bien que así sea! Necesitamos mil plumas denunciando lo torcido, lo mentiroso, lo dañino, lo que nos afecta, ayudandonos a buscar lo nuestro, la verdadero, lo propio, lo que nos hace libres.

Miguel Ángel Velasco Serrano dijo...

Me alegro de tu decisión. En efecto, tenemos un escritor, Marciano Durán, que escribe y piensa como muchos de nosotros. Será bueno no perderle la pista.

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