Lazarillo
A Fernando Ferrín Calamita lo hizo mártir y santo la España de cerrado y sacristía con ocasión del bloqueo de una adopción que el juez promovió contra una pareja homosexual. Fue inhabilitado por eso y tendrá que enfrentarse a una acusación de prevaricación, algo que no le impide seguir haciendo méritos en los escalafones de la veneración ultramontana para reforzar su presencia en los altares.
Por eso, y a fin de que su halo de ejemplaridad mantenga toda su vigencia entre los suyos, se ha permitido reprochar al ex presidente del Gobierno José María Aznar, el más aclamado de los asistentes a la última convocatoria masiva contra la reforma de Ley del Aborto el pasado 17 de octubre, su papel a favor de la interrupción del embarazo durante su permanencia en La Moncloa.
El juez Calamita lo ha expresado con toda nitidez en una carta dirigida al director de la web Hispanidad, a propósito de la investidura como catedrático de Ética, Política y Humanidades por la Universidad Católica de Murcia del señor Aznar. Fue en ese centro donde don José María proclamó, para corresponder sin duda al honor que se le dispensaba, que pretender un derecho al aborto es una mayúscula agresión a la dignidad humana.
Ferrín Calamita, sin embargo, en lugar de asumir un discreto silencio, no se ha resitido a la réplica con un titular muy explícito: José María Aznar, catedrático de Ética: ¡Cosas veredes! La misiva no desentona con la cabecera, pues le recuerda al señor Aznar que durante su gestión de gobierno se incrementó el número de abortos: Las Comunidades Autónomas gobernadas por el PP expidieron licencias de clínicas abortistas Madrid y Murcia (junto a Cataluña), por ejemplo, son las capitales nacionales a la cabeza en el ranking de crímenes de tal naturaleza.
Para el juez es una paradoja que una universidad católica, vinculada además al movimiento neocatecumenal de Kiko Argüello, nombre al señor Aznar catedrático de Ética. A menos que se reconsideren las palabras de Jaime Mayor Oreja a la COPE con motivo de la aludida manifestación. Respecto al aborto, el gobierno del PP no tenía que haber mirado a otro lado –dijo-, e instó a hacer la lectura de lo que no hemos hecho para hacerlo en el futuro.
No me atrevo a imaginar un retorno de Aznar haciendo méritos para acreditarse en la paradójica investidura que hoy el juez Calamita aprecia, pero quién sabe, los kikos son gente de mucha fe.
7 comentarios:
Ayer y hoy habla DdA de dos universidades, ambas se llaman católicas, la de Murcia y la de El Salvador. No tienen nada que ver. Como dice en Santa Clara Jon Sobrino, cada una ha elegido su camino. Así hace también la propia iglesia católica, que parece que son dos. La que ocupa (de la que se ocupan) los medios de comunicación es la del poderío, la amenaza, el dogma y la hipocresía. La otra solo sale excepcionalmente en algún documental y es la que trabaja para hacer realidad el evangelio. Las veo luchar una contra otra.
Con comentarios como el de Folía, DdA se siente muy reconfortado. Gracias.
A una iglesia la verdad la hace libre, a la optra la hipocresía la hace esclava del poder.
Es de agradecer esta diferencia de pareceres entre gente de la misma cuerda, pero están muy unidos.
Todas estas sandeces debería dejar de salir en los periódicos. No son propias de la Europa civilizada a la que aspiramos.
¿O es que no hemos salido del francocatolicismo?
¡Pues entonces!
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