martes, 17 de noviembre de 2009

LOS JESUITAS ASESINADOS EN EL SALVADOR, LA CIA Y EL CESID


Lazarillo

Ayer pudimos ver en CyL7 un excelente reportaje televisivo sobre el asesinato de seis religiosos, una empleada y su hija adolescente en la Universidad Centroamericana de El Salvador. Cinco de las víctimas eran jesuitas nacidos en España. Todos estaban comprometidos con la Teología de la Liberación, sobre todo Ignacio Ellacuría, una de sus figuras preeminentes, que tanto se caracterizó en la denuncia de la opresión y los crímenes contra la población salvadoreña durante el largo conflicto armado que vivió el país. Jon Sobrino, uno de sus compañeros, que se libró de la muerte por encontrarse ausente el día de la masacre, fue muy preciso al comentar el hecho: Tengo que darles una mala noticia: han asesinado a toda mi familia. Y tengo que darles una buena noticia: he tenido la suerte de vivir con hombres que en este mundo de mentira han dicho la verdad, y que en este mundo de crueldad han amado a los pobres.

No fue hasta dos años después cuando un grupo de 14 militares salvadoreños fue acusado de cometer el crimen. De todos ellos sólo dos fueron condenados, aunque posteriormente serían puestos en libertad en virtud de una oportuna amnistía. En el año 2000, los jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA) impulsaron una querella contra el presidente Alfredo Cristiani y los autores de los asesinatos, sin que tal inciativa prosperase.

El 13 de noviembre de 2008, la asociación pro Derechos Humanos de España (APDHE) y el Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA) presentaron una querella ante la Audiencia Nacional a fin de reiniciar las investigaciones contra todos los responsables intelectuales de aquella matanza, incluido el entonces presidente del país Alfredo Cristiani. El juez Eloy Velasco, declarado competente para el caso, la admitió a trámite dos meses después. Por su parte, el Provincial de Castilla de la Compañía de Jesús, Juan Antonio Guerrero, tras hablar con sus compañeros salvadoreños, declaró la disconformidad de los jesuitas españoles con la decisión de que el caso se liderara en España.

Una información reciente, publicada el pasado domingo por el diario El Mundo, aseguraba que el Departamento de Estado, la CIA y los servicios de inteligencia españoles, el antiguo CESID, tenían datos previos acerca de la posibilidad de que el ejército salvadoreño atentase contra la vida de Ignacio Ellacuría y sus compañeros. Los documentos de esos organismos estadounidenses han sido desclasificados y serán entregados al instructor del caso, el magistrado Eloy Velasco. Lo harán Kate Doyle, analista del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, y Terry Karl, profesora de la Universidad de Stanford, que también intervino en el esclarecimiento del asesinato del arzobispo Óscar Romero.

El citado periódico recuerda, sin mencionar para nada que entonces gobernaba en España el Partido Socialista, que el representante de los servicios de inteligencia españoles en El Salvador no fue sustituido en su cargo, de manera oficial, hasta cinco meses después de esos asesinatos, ni se elaboró ningún informe interno sobre un atentado en el que perdieron la vida cinco ciudadanos que, aun teniendo nacionalidad salvadoreña, habían nacido y crecido vocacionalmente en España para dar un ejemplo de cristianismo solidario al mundo, a este mundo de mentira en el que estaban diciendo la verdad.

RedDIARIO
Los mártires de la UCA: exigencia y gracia. (Jon Sobrino, El Clarín).

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Por qué será que la impunidad siempre es propiedad también de los poderosos?

Anónimo dijo...

Los hijos de los verdugos tienen como profesores a los compañeros de sus víctimas.

Miguel Ángel Velasco Serrano dijo...

Eso es pasarse un poco… Los hijos no tienen por qué cargar con la culpa de los padres.

Además, me parecería de rechupete que sobre esos alumnos se mostraran especialmente didácticos y diligentes.

ledes dijo...

EXTRAORDINARIO EL DISCURSO DE JON SOBRINO DE HACE UNOS DÍAS. MUCHAS GRACIAS POR SU REFERENCIA. NO SE LO PIERDAN LOS LECTORES.

Anónimo dijo...

Cuántos Cristos hay en el mundo, el dogma aniquila la realidad humana. Cuántos Cristos hay ateos o agnósticos sin ellos saberlo. Lo importante es el fin, no el medio por el que se llega a cambiar esta realidad de mentiras. La injustica es el alimento de estas personas y su fin último la justicia universal. Un agnóstico creyente

Anónimo dijo...

VIVEN
VIVEN
SIEMPRE VIVIRAN
SON LA PALABRA DE CRISTO HECHA VIDA ENTRE NOSOTROS

Ohtli Gerardo dijo...

Hay que aclarar que en aquél tiempo, España no era socialista, se hacia llamar socialista, pero no lo era. Porque el socialismo tiene como base la propiedad social de los medios de producción y la fase de abolición de la propiedad privada y el caduco capitalismo.

Publicar un comentario