Melibea
Acabamos de tener noticia de las primeras declaraciones del asesino del adolescente Carlos Palomino el 11 de noviembre de 2007. Ha dicho en el juicio: Me vi acorralado por esas personas armadas, me entró miedo, pensé que si se me lanzaban no saldría vivo de allí. Me salió el instinto. Pero las esclarecedoras imágenes del Metro contradicen ese miedo. Antes bien sugieren un afán provocador y chulesco. El asesino aguardaba a su presa con la navaja en la mano y nada en su actitud delata temor. El instinto de matar guió su golpe sin ninguna vacilación y de modo trágicamente certero hasta el joven corazón de la víctima. Acertó de pleno. ¡Viva la muerte! El autor de ese grito fue el general felón Millán Astray, con estatua en La Coruña porque dice el Partido Popular que fue un coruñés de pro.
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