sábado, 16 de mayo de 2009

MONOLITO A YAGÜE SIN CONNOTACIONES POLÍTICAS NI MILITARES


Félix Población

El Foro por la Memoria de Guadalajara me informó hace un par de días de que se va a erigir en San Lorenzo de Yagüe (Soria), pueblo natal del general franquista que aún presta su apellido al topónimo, un monolito en memoria del militar, una vez derribado por el ayuntamiento de la localidad -según prescribe la ley de Memoria Histórica- el monumento que exaltaba la gloria de uno de los cabecillas del golpe de Estado fascista del 18 de julio de 1936. El monolito, al parecer, carecerá de connotaciones políticas y militares, según puedo leer hoy en el diario Público, dado que las razones que se esgrimen para levantarlo obedecen al carácter benefactor que tuvo para San Lorenzo tal personaje.

La información aportada por este periódico se centra en la pugna que como consecuencia del derribo del anterior monumento mantiene la hija del general con el alcalde de la localidad, ambos del Partido Popular, para quien la primera ha solicitado la suspensión de militancia como si se tratara de un Gürtel cualquiera. Más que eso, sin embargo, me gustaría dirimir cómo se pueden erradicar las connotaciones políticas y militares cuando el homenajeado sólo pudo ser benefactor del pueblo en calidad de su protagonismo como general felón de una insurrección militar fascista que le aupó a la cabeza del régimen franquista.

En esa línea conviene citar al reputado historiador Paul Preston cuando se refiere a la batalla de Badajoz, en agosto de 1936, una de las más cruentas de la Guerra de España. En esa ciudad fueron ejecutadas 4.000 personas por orden del benefactor de San Lorenzo. Un biógrafo de Yagüe argumentó la matanza en función del paroxismo de la guerra, siendo imposible en esas circunstancias diferenciar a pacíficos ciudadanos de milicianos de izquierdas. El general, sin embargo, fue mucho más claro a la hora de responder al periodista norteamericano John T. Whitaker: Claro que los fusilamos. ¿Qué esperaba? ¿Suponía que iba a llevar 4.000 rojos conmigo mientras mi columna avanzaba contrarreloj? ¿Suponía que iba a dejarles sueltos a mi espalda y dejar que volvieran a edificar una Badajoz roja?.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por un momento pensé que esta mujer quería que suspendieran al alcalde de militancia por transgredir la ley al querer erigir otro monumento a un general franquista. No estaría mal.

Anónimo dijo...

Por lo menos Yague reconoció su responsabilidad en ello a diferencia de otro que se hace el que no sabe nada sobre lo que sicedió en Paracuellos. Paul Preston no es un reputado historiador solo ve las fuentes que le conviene para sustentar su posición pues declaró un mito franquista la conversación de Moscardó con su hijo cuando hay testimonios de los niños que escucharon los comentarios dentro del Alcazar así como el sufrimiento de la novia de esta que estaba refugiada en el Alcazar.

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