lunes, 25 de mayo de 2009

MAYOR OREJA, EL PP EUROPEO Y FRANCO


Félix Población

Es sabido que según las encuestas oficiales -hablo de las del CIS o Centro de Investigaciones Sociológicas-, entre el Partido Socialista y el Partido Popular se da al día de hoy un empate técnico con ligeras décimas favorables al PSOE de cara a las próximas elecciones europeas, lo cual no está nada mal si se considera que este partido soporta en el Gobierno la actual y muy grave crisis económica con el consiguiente y lógico desgaste.

Es casi seguro que en otro país cualquiera de nuestro entorno europeo, la demoscopia prospectiva arrojase unos resultados mucho más halagüeños para el partido opositor y que las previsiones le fueran manifiestamente favorables. Aunque el PP está obligado a silenciar esta reflexión de puertas afuera, no sería muy aventurado calcular que se la haya hecho a la hora de valorar el balance de la mencionada encuesta, porque -si se atiene a una mínima objetividad- debería reconocer que un empate técnico a estas alturas, y más con ventaja a favor del partido que gobierna, evidencia en primer lugar lo mal que ha hecho los deberes el partido opositor.

Si a esto añadimos la elección de un cabeza de lista tan en conserva como el señor Mayor Oreja, cuya imagen ostensiblemente encanecida expande y refleja no sólo vestustez telegénica sino ideológica, quizá podamos discernir porqué el PP está en condiciones de perder estas elecciones europeas siempre que la abstención -habitualmente desfavorable para el PSOE- no sea mucho mayor de lo que es costumbre en este tipo de comicios.

A fin de evitar precisamente este último riesgo -el único que le puede infringir una derrota el 7-J-, el Partido Socialista debería hacer memoria histórica durante la campaña electoral para favorecer la participación de sus potenciales electores. En este caso no sería preciso remontarse al ayer más distante. Bastaría sólo con retrotraerse un trienio, a julio de 2006, para encontrar en la eurocámara de Estrasburgo al Partido Popular alineado con la extrema derecha europea a la hora de negarse a condenar el golpe de Estado franquista de 1936. En esta ocasión, el señor Mayor Oreja, para quien tras la Guerra Civil hubo una situación de extraordinaria placidez, apeló sólo a las virtudes de la Transición y al error de ZP de querer impulsar un segundo periodo transicional.

Es muy posible que por estas y otras máculas en Estrasburgo (diálogo con ETA) el PP, pese a las circunstancias económicas muy adversas que atosigan al partido en el Gobierno, no esté tampoco ahora en condiciones de alcanzar ese voto más centrado y más desideologizado que con toda seguridad a otro partido de la derecha europea, no afín con la extrema en no condenar una dictadura de casi 40 años, le daría la victoria.

RedDIARIO
El PSOE recorta distancias al PP para las generales. (Público).

3 comentarios:

SOTO dijo...

Sí, bueno, sí, Franco y tal, pero el PSOE y el PP fueron bastante parecidos en estrasburgo y ahora está claro que no se puede votar el PP, pero tampoco al PSOE. Esta vez vale más Izquierda Unida, por desunida que nos la den los medios interesados en que se vote al PSOE.

Anónimo dijo...

España nunca tendrá esa derecha porque hasta en las jóvenes generaciones del PP se guarda respeto a la figura del dictador. A veces pienso que la guerra civil es un sello indeleble.

Ledes dijo...

Muy optimista eres, amigo Félix. Yo creo que el PP va a ganar estas elecciones.

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