martes, 12 de mayo de 2009

LA PÍLDORA POSCOITAL Y EL ABORTO


Félix Población

Era de esperar que la reacción en los ámbitos más conservadores fuera la que está siendo, una vez aprobada y hecha pública la venta de la píldora poscoital sin receta, que ya podía adquirirse desde hace ocho años con el correspondiente talón médico. No en vano la obispalía considera esta medida como una técnica abortiva más, pese a que su objetivo sea evitar el creciente número de abortos que se viene registrando entre las jóvenes menores de 18 años.

Un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas señaló en su día que en los diez años comprendidos entre 1991 y 2001 se duplicó la tasa de abortos entre adolescentes, siendo ésta la franja de edad con mayor incremento. Entonces se pasó de poco más de 5.000 a casi 10.000. Las cifras relativas a 2007 indican que el número de adolescentes entre 15 y 18 años que abortaron fue de 6.000, habiéndose dado 10.500 embarazos, con un total de 4.000 nacimientos entre madres comprendidas en esas edades. Durante ese año, además, hasta 500 adolescentes menores de 15 años interrumpieron voluntariamente su embarazo.

Está demostrado que con la venta libre de la llamada píldora del día después, tal como sucede ya en Francia, Bélgica, Reino Unido, Dinamarca, Luxemburgo o Estados Unidos, se ha reducido significativamente el número de abortos en esa franja de edad. Mantener en vigor la necesidad de receta médica, tal como se hizo en 2001 cuando gobernaba el Partido Popular y se registraba el notable incremento de abortos entre adolescentes al que hice mención, era una traba burocrática que posiblemente restase eficiencia a la medida, pues sólo comportaba añadir dificultades a la adquisición del fármaco, al arbitrio de lo que dispusiese la idiosincrasia del doctor.

Por eso es de agradecer la sensibilidad del actual gobierno al eliminar esa traba de papel, consciente de los resultados que se han dado en los citados países, y es de censurar que la portavoz de Sanidad del PP, Ana Pastor, la considere como verdadero despropósito y un paso atrás en las buenas prácticas médicas. Si con el gobierno de su partido se dio vía libre a la píldora poscoital, aunque fuera con receta, por retroceso médico y despropósito sólo cabría admitir que los abortos entre adolescentes no decreciesen gracias a la nueva norma. Y eso parece que no es así donde se está aplicando.

Claro que allí la iglesia cuenta lo justo y los obispos no hacen de pancarteros en las manifas junto al partido opositor.

RedDIARIO
La píldora poscoital habría evitado la mitad de los abortos desde 2002. (Periodista Digital).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y queda todavía el asunto de la objeción de conciencia de los farmacéuticos.

REGIS dijo...

Confiemos en que los boticarios no sean los mismos que a finales de los setenta no despachaban las píldoras anticonceptivas hoy normalizadas.

Anónimo dijo...

Menos hipocresía, más vida.

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