viernes, 24 de abril de 2009

GRIÑÁN QUIERE DEJAR A ANDALUCÍA SIN IZQUIERDA


Lazarillo

Lo que no consiguió Chaves durante sus muchos años al frente de la Junta de Andalucía, lo ha conseguido Griñán nada más sustituirle: Rosa Aguilar, alcaldesa de Códoba por Izquierda Unida y figura política más representativa de la coalición en aquella Comunidad, acaba de aceptar la consejería de Obras Públicas que le ofrece el nuevo presidente, dejando atrás diez años a la cabeza del ayuntamiento cordobés y toda una trayectoria de militancia en IU.

Aunque haya sido un golpe muy duro, según Gaspar Llamazares, ex coordinador de Izquierda Unida, porque ya estábamos muy debilitados, la salida de Aguilar no ha sorprendido demasiado en IU, sobre todo sabiendo los precedentes que se conjugaban en la protagonista de un tiempo a esta parte. Por un lado, Rosa Aguilar ya había anunciado a la dirección de la coalición que no se presentaría a la alcaldía de Córdoba en las elecciones de 2011, lo cual hacía prever que la ya ex alcaldesa -todavía joven- podría sentirse seducida por seguir otros derroteros políticos, como así ha sido.

Por otra parte, Aguilar manifestó recientemente que, por considerarse una mujer libre, si no se verificaba una renovación profunda en la federación, tomaría la decisión más conveniente desde la coherencia y la decencia, algo que no se ajusta con su proceder en las pasadas elecciones del 9-M, fecha en la que manifestó públicamente que había votado a Maribel Flores, candidata del Partido Socialista al Senado por la ciudad de la que doña Rosa era entonces alcaldesa en representación de Izquierda Unida.

Al margen de las consideraciones que pueda merecer la actitud de la ex alcaldesa, cuyo iniciativa se viene a unir a la de otros ex compañeros comunistas acomodados en los últimos años al PSOE, es de valorar lo bien que ha sabido trabajar el nuevo presidente de la Junta de Andalucía con las ambiciones políticas de la señora Aguilar para sacar previsibles y substanciosos beneficios a las mismas en pro de su partido.

Eliminada la máxima representación institucional de Izquierda Unida en el mapa político andaluz, es muy probable que sus efectos electorales en el futuro se hagan sentir a favor del Partido Socialista y en detrimento de IU, por mucho que el actual coordinador Cayo Lara aviste miles de claveles para sustituir a esa Rosa tronchada.

Para esto último es preciso que Izquierda Unida tenga un atractivo real como alternativa política que ahora mismo no tiene, por más que se pretenda justificar el sensible retroceso de votantes en las últimas citas electorales con la improcedencia de una ley electoral que tanto perjudica, en efecto, a la coalición.

RedDIARIO
Carta abierta a Rosa Aguilar. (Antonio Romero).

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